Ya no hay más Divino Anticristo. Unos pocos se salieron con la suya y lo enclaustraron en un manicomio.
The Clinic hizo un reportaje y dedicó su editorial. Nosotros, le preparamos un pequeñísimo homenajísimo nel suo nome. (click en more..)
[UPDATE 1: Algunos ya se organizan en su defensa. Convocan a tod actividades: acto poético el viernes 30 de junio y marcha el sábado 1 de julio. Más detalles. Ah, y hay nuevas fotos.]
[UPDATE 2: ¡Y lo liberaron!]
Lastarria es famosa por sus ferias de antigüedades, donde es posible comprar incluso un juego de bolígrafos Mont Blanc por un par de billetes grandes. Además, sirve de pasadizo entre el ruido de la Alameda y la relativa tranquilidad de Merced, Mosqueto y todas esas calles que dan vida al barrio Bellas Artes, que alberga disquerías, museos, bares, cafés y florerías.
Para tantos otros -me incluyo- era el hogar de uno de los pocos personajes que dan vida a una ciudad que tiende al caos: el Divino Anticristo. O Divino, a secas. El mismo que vendía sus obras en formato hojas-corcheteadas y animaba los flyers de la calle con impredescibles mensajes (en nubes, como en los comics).
Ahora, gentileza de algunos pocos amargados, ya no va más. José Pizarro (su nombre real) vive desde hace unas semanas (y para siempre) en una clínica psiquiátrica. Triste, frustrado y pérdido.
Apresado, para el regocijo de un par de tipos que, seguramente, creen más cuerdo a un hombre en terno y corbata que salta estilo kamikaze hacia el vagón del Metro que a otro que, con discernimiento, eligió otro camino.
Fotos por Macarena Ureta y Rosario Oddo.
Publicado por Francisco Franetovic
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