Lo reconozco, el título de este post es tendencioso e incluso se podría calificar de malintencionado, pero es que no me puede entrar en la cabeza que en este país se produzcan hechos como el acontecido con la honorable alcaldesa de Viña del Mar, la señora Virginia Reginato, quien – según se ha informado a través de la prensa – habría cursado cerca de diez años escolares en uno solo, bajo la modalidad de exámenes libres.

Según la misma alcaldesa todo se encontraría acorde al reglamento, aunque su explicación de por qué los habría rendido en la comuna de Colina – bastante lejos de la Ciudad Jardín – no me convence mucho. Está bien, no es ningún crimen haber dado exámenes libres para salir del puto colegio (yo mismo salí de un glorioso dos por uno), pero lo que me parece lisa y llanamente increíble es que en el año 2004 no obligaran a los alcaldes a terminar sus estudios.

Esto es de país bananero. Yo defiendo a la clase política nacional, porque dentro del contexto latinoamericano estamos «bendecidos» con los políticos que tenemos. Lo cual es como ser la más bonita de la cuadra, pero bueno. El punto es que si hasta para ser junior de la más torrante de las empresas te exigen tener cuarto medio rendido, ¿cómo mierda es que para ser alcalde con mucha cueva se exija leer y escribir? Ciertamente es sorprendente porque, hasta donde se, eso sólo pasaba en Sucupira.

Nunca he sido alcalde ni he trabajado en una municipalidad, pero el mínimo de sentido común me dice que para dirigir una «muni» hay que tener algo de conocimientos técnicos sobre administración o que se yo. La cosa es que es imposible que alguien se tire «a las que te criaste, guasho» para dirigir los destinos de una comuna solamente porque cuenta con el respaldo de un partido. Y ojo que esto es una cuestión transversal a todos los sectores políticos de nuestro país, solamente que ahora le tocó a la Tía Coty poner el tema en la palestra.

foto: lanacion.cl