El hentai es un género de animación japonesa que consiste en pornografía dibujada. El hecho que sean dibujos permite añadirle imaginación al sexo: léase tentáculos, técnicas ninja de dominación vaginal, sexo con demonios y muchas explosiones de semen. Ustedes ya lo saben: la pornografía nunca se ha basado en la elegancia. Por otro lado, perdería todo su atractivo si así fuera. La noticia es que se está discutiendo un proyecto de ley para prohibir el querido hentai y Roberto Hadi no va a permitir que eso suceda.

Por Roberto Hadi

Antes de todo vean el siguiente video:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=N3NehzgHhsM[/youtube]

Ahora vayamos al grano.

Es ridículo asumir, como lo hace el desinformado periodista de Canal 13, que este tipo de contenidos ataque de alguna manera a los niños. Estos dibujos animados son producidos por adultos y también consumidos por adultos, y el hentai, si bien incluye ocasionalmente dibujos de menores de edad teniendo relaciones sexuales, ESTÁ HECHO DE DIBUJOS. No se utiliza a niños para su producción, existe una tremenda variedad de películas de este tipo, y de ningún modo la mayoría de ellas contiene alguna forma de pederastia.

Estoy de acuerdo en que debiera restringirse la venta de estos contenidos a menores de edad, aun pese a que soy conciente que cualquiera con acceso a Internet puede acceder a ellos gratis de todas maneras. Pero prohibir el hentai, en los términos expuestos en el “reportaje”, es criminalizar un comportamiento de adultos que no podría hacerle daño a nadie.

Coincido en que la pornografía con niños se debiera prohibir, pero no tendría sentido el prohibir el hentai, aun cuando sea hentai cuyos protagonistas sean niños. O sea, para la gente extremadamente lenta –como el estúpido de Canal 13-, dibujos hechos por adultos con voces de adultos que imitan niños. Representaciones de niños, no niños reales.

Bajo la misma lógica debería hacerse ilegal el libro Lolita de Vladimir Nabokov o la película basada en dicho libro que hizo Stanley Kubrick. Y es particularmente injusto que cinco viejos que nunca han visto el material en cuestión, ni están familiarizados con el, decidan prohibirlo, criminalizando gratuitamente una conducta inofensiva. Yo he visto hentai y me parece que para cualquier persona cuerda este sería considerado inofensivo, quizás de muy mal gusto -como el Señor de la Querencia o Gigantes con Vivi-, pero escasamente pernicioso.

Ningún niño va a estar más seguro en el mundo porque a un adulto se le prohíba ver dibujos animados. La mención que se hace de dibujos que reproducen ataques reales me pareció una posibilidad asquerosa, pero tampoco me parecen condenables, teniendo en cuenta que se hace explícito que se encuentran por Internet, donde también hay (para el que quiera buscarlos) numerosas grabaciones de ataques reales. Y aunque fueran condenables, el término hentai abarca demasiado contenido de diversa índole como para que se lo prohíba. ¿Sería mucho pedir que se especificara el hentai cuyo contenido incluya representaciones de abusos reales, o pederastia, en la ley?.

En vista que me parece necesario hacer algo más que quejarme, en esta ocasión le estoy pidiendo a mi editor que les mande un link con esta columna al mail de la nomina completa de diputados y senadores. Los mails de los senadores están aquí y los de los diputados acá.

Les pido que si este asunto les importa en alguna medida y quieren conservar sus libertades, sería buena idea que informaran a sus representantes, antes que estos la caguen nuevamente.

Estoy seguro que se lo agradecerán.