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Rodrigo Castro: «Ahora la gente que va a las fiestas no tiene idea de lo que suena»

Publicado por Ignacio Molina

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En el número 20 de Entrebeats tenemos a un invitado de Marte: Rodrigo Castro. El hombre tras TEC y Marciano nos comenta sobre su actual proyecto (Andesground), su experiencia en el Festival Sónar 2001 y la historia de cómo terminó carreteando con los Chemical Brothers en Argentina, hace unos años. Fakin rokin beats, a continuación.

Por Ignacio Molina / Fotos: Archivo Rodrigo Castro

Está simpatiquilla saga de entrevistas –Entrebeats– ya cumplió las 20 primaveras, por lo que creo necesario que vislumbre algunas modificaciones. Una de ellas será la extinción de la polémica “pregunta 2”, que pasará a mejor vida luego del número 25. Pese a ser una pregunta -por algunos- incomprendida, cumplió a cabalidad con su objetivo, generando interesantes debates y curiosas lecturas por parte de los invitados.

Desde la edición 13 (Alisu) que las entrevistas han sido “personalizadas” como pedía el buen Rolancho de Manziping en un posteo. Esta variante se mantendrá a lo largo de la temporada, dándoles así más espacio a los entrevistados para expresar sus inquietudes. Entrebeats para el pueblo y con el pueblo.

Lo otro, será el rescate de la mítica novela por capítulos llamada «Trencito y Yo«, que vio la luz dentro de la sección «Los Por Qué» de la Zona de Contacto de los 90s y qué desde esté número será reciclada en Entrebeats. Y bueh, el resto de los cambios los irán percibiendo ustedes cuando vayan pasando los números (desde hoy, cada tres semanas). Así que vamos ya con el comensal de está entrega.

¿Pero de qué escena me estás hablando?

Antes de que Rodrigo Castro se mudara a Marte, habitaba en el planeta TEC, que en ese entonces (1993) era defendido por el Colectivo Ultramedia. TEC y Ultramedia estaban dispuestos a conquistar toda la aurora capitalina mediante alocadas fiestocas. Aquella época es una de las que Castro guarda los mejores recuerdos. Y resacas. “La época en Ultramedia fue un buen tiempo y un gran momento, donde la música era lo más importante y todos estábamos informados sobre lo que escuchábamos. No como ahora, que la gente que va a las fiestas no tiene idea de lo que suena», señala.

«Ultramedia solo quería hacer buenas reuniones de amigos y escuchar buena música. También me sirvió para presentarme en vivo por primera vez con mi proyecto TEC y compartir así la música que estaba creando”.

¿Y cómo era la escena en Chile por esos días?

-¿La escena? Nunca ha existido escena en Chile. Es imposible que exista, ya que los músicos chilenos son generalmente envidiosos y chaqueteros. Pero con la gente que me juntaba en la época de Ultramedia estaba todo bien. Con Guillermo Escudero -un amigo de ese entonces- cambiábamos harto material musical, por ejemplo. Había mucha información. Para nosotros lo primordial no era escuchar un estilo musical, sino que escuchar música que coincidiera con algunas tendencias musicales. Ya que la música tiene una consecuencia y coherencia muy importante relacionada con los fenómenos sociales.

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Fakin Rokin Beats

Año 99. Marciano, la dupla compuesta por Rodrigo Castro y Sergio Lagos, se presentaba por primera vez en tierras argentinas promocionando su disco “Come Astronautas” (1998), que incluía los temones “Ojo de Pez”, “Come Astronautas” y “Fakin Rokin Beats”. Este último dedicado a The Chemical Brothers, quienes curiosamente andaban por allá,’  promocionando el Surrender.

Los Marciano ”“como buenos fans- fueron a ver el concierto que los hermanos químicos dieron en Buenos Aires, y al finalizar se las ingeniaron para poder llegar al backstage, en donde además de entregarles una copia del «Come Astronautas», terminaron carreteando junto a los broders. “Con Sergio y mi amigo Men.T.Zero tuvimos un fin de semana de rock & roll increíble. Después de estar en el camarín carreteando con ellos, teníamos que ir a tocar a un lugar llamado K2 en Buenos Aires y los invitamos sin pensar en que llegarían. Cuando eran las seis de la mañana y estábamos en medio de la presentación, voy al baño y de pronto Tom Rowlands me pregunta “¿A qué hora tocan?». Y fue ¡Plop!”

“Empezamos a tocar y los Chemical Brothers estaban frente a nosotros escuchándonos, luego nos dijeron que fuéramos a su segundo recital el sábado y que estábamos en su lista personal. Fuimos al otro día, entramos y carreteamos nuevamente. Después nos invitaron a Pacha a una fiesta privada donde tocaba Paul Oakenfold (cuando tocaba buena música, en 1998). Y bueno, eso fue increíble”.

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Un cóndor en Barcelona

El 2001 Marciano lanzaba su disco “Obnibula” y Rodrigo Castro trabajaba en el álbum Estados Ambientales bajo su proyecto TEC. Ambos registros fueron gestados de forma independiente mediante el incipiente sello Condormusic. Las alas del Cóndor comenzaban a brotar y Marciano conseguía una invitación exclusiva para participar en el Festival Sónar de Barcelona. En el que también se presentó Miguel Conejeros (Fiat600), Aphex Twin, Squarepusher, Laurent Garnier, Luomo y Sigur Rós.

¿Cómo fue la experiencia de participar en el Sónar?

– Participar en el Sónar fue una de las experiencias más gratificantes de mi vida musical. Fuimos los primeros chilenos residentes en Sudamérica en mostrar nuestra música en el Sónar (digo residentes ya que había tocado antes que nosotros Cristian Vogel). Muchos chilenos han dicho que han tocado en el Sónar, y además de ser una patudez, es algo muy típico del chileno inventar historias para venderlas en este lugar del mundo.

¿Y qué recuerdos tienes de la presentación? Creo que les fue la zorra.

– Lo del Sónar fue increíble, ya que tuvimos que tocar en la zona de los Showcase (en donde los sellos independientes presentan sus trabajos) con nuestro sello Condormusic, y era un lugar aproximadamente para 200 personas con la respectiva cantidad de sillas instaladas, pero cuando empezamos a tocar vino tanta gente a escucharnos que tuvieron que sacar las sillas de playa. Estaba repleto, no cabía nadie más, y el espacio de al lado estaba bastante vacío según cuentan. Fue increíble y espero el 2009 volver a esta ahí con otro proyecto que estoy desarrollando.

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Machitún Electrónico

Andes on the Moon” será el primer disco de Andesground, el actual proyecto que está desarrollando Rodrigo Castro. Pero antes de Andes, estaba Guorx. Un compilado con más de una anécdota. “Guorx es un disco que reúne trabajos del 2001 hasta el 2003. Mediante el logré firmar un contrato con el sello Mille Plateaux”¦ Pero justo en ese momento quebró EFA, que era de propiedad del sello, lo que afectó a Mille Plateaux, que terminó desestructurándose. Luego mi contrato se invalidó y por lo mismo no se editó el disco. Finalmente fue editado por Pueblo Nuevo (el 2007) y tuvo buena acogida ahí, súper bien. Hice un par de discos más de esa línea melódica que tengo guardados para editar en un futuro próximo”.

En el myspace de Andesground ya se encuentran colgados cuatro temas que estarán presentes en el disco Andes on the Moon, que combinará elementos acústicos con análogos por partes iguales. En “El niño yuntero”, Castro reversiona a Víctor Jara y en “El Condor pasa” hace lo propio con el huanuqueño Daniel Alomía, rescatando así sonidos autóctonos de nuestra región. Algo similar a lo que hizo Mika Martini en “Mestizo” (2007). “Andesground es básicamente música de raíz folklórica manipulada por soportes digitales y análogos. Hago versiones de canciones de folklore nacional. Me acabo de ganar un FONDART, así que el disco sale en Diciembre editado en Chile por el sello Dicap y distribuido en Europa y el mundo por un sello austriaco».

¿Y en qué estas ahora?

– En estos momentos estoy armando un dirac para hacer una gira por Europa el 2009 y que en vivo es una banda con batería, bajo, guitarra trompeta y yo en piano, synthe y computer.

Completamente recomendable Andesground. Dénle una escuchada. Y bueno, vamos ya con la primera entrega «oficial» de «Trencito y Yo«:

Trencito se cruzó por primera vez en mi vida una mañana de Agosto a las siete de la mañana. Era un gato obeso, de pelaje corto y color mandarina, con tres rayas blancas en la espalda. Una de esas rayas bajaba hasta la punta de su cola y apenas noté el curioso detalle, se me ocurrió que quizás podría ser algo así como su línea de vida. Y de serlo, significaba que ese gato iba a tener una vida muy larga. Volví a ver a Trencito ese mismo día pero en la tarde. Fue la primera vez que le di de comer…» (Trencito y Yo, 1999).

Interesante relato. ¿Qué pasará entre Trencito y el protagonista? ¿Qué significarán las tres líneas que tiene el gatico en la espalda? La respuesta, en dos semanas más en Entrebeats. Mientras tanto, sigamos con Rodrigo Castro y el clásico cuestionario.

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¿Cuál fue tu primer acercamiento con la música electrónica y como esto fue generando que hoy en día te dediques a ella?

– En realidad fueron varios… Mi viejo era director de Radio Chilena y usaba para las cortinas musicales de avances de prensa un vinilo que tenía de Kraftwerk (Man Machine). Yo tenía 12 años en esa época y sentí un gran interés por ese sonido sintético del cual no entendía nada…. Luego él me acercó a esas sonoridades porque tenía muchos vinilos en ese tiempo, así que me dediqué a escuchar a Kraftwerk, Yellow Magic Orchestra, Jean Michel Jarre (especialmente su disco Equinoccio) y Vangelis durante mucho tiempo.

– Luego, mi segundo gran acercamiento fue “Blue Monday” de New Order, lo tocaban todo los días a las 8 en Radio Carolina en los ochenta y yo esperaba cada día para poder grabarla una y otra vez. Hasta que logré tener un cassette grabado entero solo con esa canción. Luego empecé con mis experimentaciones musicales con cassettess, drum machines y mi synthe regalón. A grabar y grabar y eso. Todo fue espontaneo.

¿Qué te parece la crítica que se le hace a la música electrónica de ser poco humana debido a que es originada mediante maquinas y/o softwares?

– Mmm, creo que todos los prejuicios son una estupidez. Creo que la música es lo que es y humana porque está hecha con sentimientos y reflexiones, inspiraciones, etc. Básicamente es música compuesta a partir de todo lo que tiene que ver con el entorno de cada músico. Lo que si siento es que el uso excesivo de softwares que traen todo listo le quita muchísimo crédito a una creación. Yo vengo de una escuela en la cual todo se programa, los sintes, las baterías. Empecé trabajando con drum machines y secuenciadores, entonces tengo una visión un poco crítica a la música compuesta a partir de softwares que hace la pega fácil y le quita creatividad a un trabajo compositivo.

Hoy en día es posible hablar de un movimiento de músicos electrónicos chilenos que triunfa en Europa. ¿A qué crees que se debe el interés internacional tanto de sellos como de fans en ellos?

– Creo que para que a alguien le vaya bien o tenga éxito en algún mercado musical tiene que existir talento, mucho trabajo y perseverancia. A los músicos a los que les va bien afuera es porque algo de esos tres componentes poseen. Creo que en Europa hay un mercado muy grande y existen músicos de todas partes del mundo y de Latinoamérica que logran hacer un circuito y una red de contactos interesante. En Chile personalmente no sé si existe una escena, porque la música “electrónica” está llena de modismos, poses y de carencia de información. Por lo mismo no hay un rollo de escena, los músicos se pelan entre ellos, no hay una unión real para que se pueda generar un movimiento cultural al respecto. Habiendo talento de sobra, pero la personalidad e idiosincrasia del chileno hace que esto sea así.

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¿Crees que es posible formar un sello a nivel nacional que sea sustentable económicamente?

– No creo. El mercado musical está cambiando rápidamente, los sellos están dejando de fabricar, de vender y a veces de existir. Los Netlabels son una plataforma con la cual no me siento identificado y creo que soy un poco más romántico al respecto, porque me gustan los noventas, las disquerías, el intercambio de discos, coleccionarlos y todo eso. Ahora con el formato en mp3 se pierde un poco eso. Pero creo que es bueno que existan nichos que expongan el trabajo, lo aglutinen y lo editen, como Pueblo Nuevo. Pero creo claramente que no es un negocio.

Una alternativa a los sellos a nivel de difusión son los sellos virtuales (Netlabels) ¿Estás actualmente en uno? ¿Crees que el futuro va dirigido hacia ese lado?

– Edité un disco en Pueblo Nuevo y no sé, no visito Netlabels, no me he metido mucho en eso. Parece que funcionan bien según me informo por amigos, pero no sé. Creo que el panorama musical es difuso. Hay que darle una vuelta de tuerca a la música desde Chile, aprender a mirarse, ver nuestra cultura en vez de tratar de imitar ritmos y melodías extranjeras.

Para finalizar algunos músicos que recomiendes dentro de la música electrónica chilena actual.

– La verdad que estoy escuchando un catálogo lo menos actualizado posible, porque creo que hoy todo suena a lo mismo. Volviendo a la idea sobre los computadores y softwares: hoy es muy fácil hacer minimal y sonar a cualquier cosa, la música va perdiendo carácter e identidad. Por eso prefiero escuchar Autechre, Aphex Twin, Seefeel, Mouse on Mars y toda la música de los noventas que tiene un carácter propio y un sonido definido producto de la experimentación con los instrumentos musicales. Aunque de hoy me gusta Atom Heart y sus proyectos, y también el catalogo de Rather Interesting.

Links

TEC (Myspace)

Andesground (Myspace)

Guorx (Bajalo!)

Videos

Marciano – Ojo de Pez

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=gv9_ArIwkxo&feature=related [/youtube]

Marciano – Way

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=UAB6hMxjuxw [/youtube]

Marciano – Neruda

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=DZKNe_o4KCk&feature=related[/youtube]

Marciano – SCL

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=wRvKm2f8CYA&feature=related [/youtube]

*Foto junto Chemical Brothers obtenida de una Zona de Contacto de 1999

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