Por Francisco Campos
Old England Whisky
Se cree que el fútbol tiene su origen en Gran Bretaña cuestión que, aunque no sea cierta, no disminuye un ápice la enorme tradición futbolera que tienen las islas británicas, poseedoras de los equipos y torneos de fútbol más antiguos del planeta. Pero si hay algo en lo que los ingleses dan cátedra – más allá de sus impecables y llenísimos estadios – es en tener una tremenda cantidad de futbolistas buenos para la rayuela corta, de los cuales muchos se han perdido por culpa del maldito vicio.
El caso emblemático el el del futbolista irlandés George Best, quien defendió los colores del Manchester United entre 1963 y 1974. Poseedor de una habilidad extraordinaria y de un envidiable arrastre con las mujeres, Best también fue famoso por sus irrefrenables ganas de parrandear y de quedar hecho bolsa, cuestión que desembocó en que su carrera se fuera a pique junto con su salud.
George Best (izquierda) defendiendo los colores de la selección de la República de Irlanda
Luego de su salida del Manchester, Best pasó por el Cork Celtic irlandés, en donde ya no mostraba ni una décima parte de lo que había mostrado en los Diablos Rojos. Luego alternó entre clubes británicos de poca monta y otros que nunca nadie supo que existieron en Estados Unidos. En el fondo Best estaba puro dando jugo, pero mientras peor le iba en la cancha, más seguidas eran las borracheras y los escándalos por su desenfrenado consumo de alcohol.
Las farras de Best le pasaron la cuenta hasta que finalmente su hígado no dio más y falleció el 2005 de complicaciones relacionadas con una cirrosis hepática crónica que lo acompañó desde los 26 años. Pero, aparte de su talento futbolístico, Best dejó un legado de frases para el bronce, en las que se mezclaba su amor por el fútbol y su afición desmedida por la botella. La más famosa es «en 1969 dejé las mujeres y la bedida. Fueron los peores veinte minutos de mi vida».
Un ejemplo más reciente que el de Best, es el del inglés Paul Gascoigne – de quien Best dijo «no me llega ni a los cordones de la botella» – quien se destacó como mediocampista tanto en la Premier League como en el Calcio Italiano, además de haberse destacado con la seleción inglesa en el mundial de Italia 90 y la eurocopa de Inglaterra 1996.
Gascoigne puede no haber sido el mejor mediocampista inglés, pero realmente el tipo jugaba bastante. Pero, así como jugaba a la pelota, jugaba a la rayuela corta. Gazza – como le decían – nunca se destacó por su comportamiento impecable ni por ser una persona medida, cuestión que demostró una y otra vez llegando borracho a los entrenamientos, e incluso borracho a los partidos. Sin embargo a veces rendía y otras no, por lo que estaba claro que, si dejaba de tomar, podía ser un verdadero aporte para el fútbol. Eso nunca sucedió.
Paul Gascoigne magullado durante un partido con la selección inglesa en 1997
Para el mundial de Francia 1998, Gascoigne había tenido un «renacimiento» futbolístico tras un sobresaliente desempeño en el Middlesbrough, el cual le permitió ser convocado por el entrenador de la selección inglesa, Glenn Hoddle, para jugar dicho mundial. Sin embargo, la noche anterior a la concentración de la selección, Gazza se fue de farra con Rod Stwart y quedó hecho mierda, por lo que no fue capaz de llegar a la concentración al otro día, motivo por el cual fue borrado de la nómina mundialera de los ingleses.
De ahí en más, la vida de Gazza se fue a la cresta y acompañó su alcoholismo con una fuerte depresión, como para empeorar las cosas. En la actualidad Gazza es un conocido alcohólico y al parecer pasa sus días entre las borracheras y la lucidez. Hace poco hizo noticia luego que su hijo de doce años, Regan Gascoigne, declarara a la BBC de Londres que «no vale la pena ayudarlo por está claro que morirá pronto y que es mala persona como padre».
Los casos de Best y Gasgoigne son los más conocidos pero están lejos de ser los únicos. Otros grandes futbolistas británicos conocidos por creerse Mi Bella Genio, son el ex capitán de la Selección de Irlanda y del Manchester United ,Roy Keane, el destacado defensa del Arsenal Tony Adams y el defensa del Chelsea John Terry, quien además es un conocido patas negras.
En Chile era algo natural
Claramente en Chile no copiamos lo bueno del fútbol británico, pero si les sirve de consuelo, los futbolistas nacionales salieron igual de buenos para la chupeta que los jugadores de las islas. Es cierto que en Chile el fútbol fue considerado un hobby por mucho tiempo y no una profesión, aunque daba harta plata, por lo tanto los jugadores, que en su mayoría tenían un origen pobre, se sentían con el derecho de darse unos lujitos y aprovechar los beneficios que daba el oficio de futbolista sin medir las consecuencias a futuro.
En vista de lo anterior, era corriente que un jugador de fútbol se emborrachara de tanto en tanto, sin embargo hubo muchos a los que se les pasó la mano. Tal fue el caso del Enrique «Cua Cua» Hormazábal, volante de Colo Colo y uno de los mejores futbolistas chilenos de todos los tiempos, a quien Fernando Riera – técnico de la Selección Chilena que jugó el mundial del 62 – le pidió que dejara la chupeta para poder llamarlo a la selección. Hormazábal no le hizo caso y Riera no lo convocó, dilapidando una oportunidad única.
Enrique «Cua Cua» Hormazábal en 1960
Otro caso fue el de Luis «el tanque» Araneda, delantero surgido en Lota y que, gracias a sus buenas actuaciones, pasó a Colo Colo en donde también se destacó. Pero el paso a un club grande le abrió a Araneda las puertas de la jarana, la cual muchas veces le impedía llegar a entrenar, cuestión que provocó su salida del cuadro albo de mala manera. Luego pasó a Everton, en donde las malas conductas se mantuvieron y jamás pudo volver a mostrar el buen nivel que lo llevó al histórico Colo Colo de los setentas.
En la vereda del frente está el caso de Sandrino «gitano» Castec, quien fue uno de los mejores delanteros que ha visto la Universidad de Chile y que también se destacó con la selección nacional. Sin embargo, Castec también era caido al litro y no tardó en sufrir accidentes de tránsito por manejar con la pipa y en llegar tarde a los entrenamientos por culpa de la mona, cuestión que provocó su alejamiento de la selección que disputaría el mundial de España 82, pese a tener el cupo casi asegurado.
Más actuales son los casos del delantero de larga trayectoria y ex seleccionado nacional Juan Carreño, quien siempre reconoció que era bueno pal whisky – además de ser uno de los mejores «futbolistas – boxeadores» que he visto en mi vida – , no como «los maricones que salen a escondidas y después se hacen los santos», alusión a muchos de los integrantes de la selección nacional que disputó las eliminatorios de Francia 98 de la cual Carreño participó, quienes tenían sus propias concentraciones en el Passapoga. Esta selección del carrete habría estado encabezada ni más ni menos que por Iván Zamorano y compuesta por «El Fabi» Estay, Nelson Tapia y Manuel «eterna promesa» Neira. Además Carreño afirmó que el técnico de esa selección, Nelson Acosta, sabía lo que hacían sus dirigidos y nunca les dijo nada.
Pero las salidas nocturnas de los seleccionados para Francia 98 no fue el único escándalo relacionado con el alcohol que involucraban al Ratón Acosta. Muchos futbolistas, entre ellos David «soy divo» Pizarro, quien lo acusó de permitir que los jugadores se emborrachasen y llegaran curados a los entrenamientos, cuestión que a la larga provocó la renuncia de Pizarro a la selección. Sin embargo Acosta debió enfrentar como técnico de la selección nacional EL PEOR ESCÁNDALO en la historia de la selección (luego del maracanazo del Cóndor), el que — claro – estuvo relacionado con la ingesta desmedida del maldito diablo liquido.
Luego de haber clasificado a octavos de final de forma vergonzosa – un triunfo, un empate y una derrota – en la Copa América de Venezuela 2007, Acosta autorizó a sus jugadores para que celebrar CUANDO NO HABÍA ABSOLUTAMENTE NIUNA MIERDA QUE CELEBRAR y a estos se les fue la mano y dejaron la cagada. Un grupo de jugadores encabezados por «El Mago» Valdivia y compuesto por Pablo Contreras, «Impotencia» Vargas, «El Choro» Navia y Álvaro Ormeño, se curaron como huasca en el hotel donde alojaba la selección y se pusieron a armar escándalo, tirándose el jamón y la mermelada y ofreciéndole sexo oral a una de las recepcionistas.
En su estilo habitual, Acosta se sacó los pillos, mientras que los jugadores involucrados fueron sancionados por veinte partidos oficiales de la selección nacional.
Mauricio Pinilla en sus buenos tiempos
Como si esto no fuera suficiente, en Chile existe un jugador emblemático y que, cual George Best – guardando las proporciones – se ha hecho un hombre jugando con la pelota y arriba de ella: Mauricio «piniron» Pinilla. Delantero surgido en Universidad de Chile, partió con el cartel de promesa al fútbol europeo pero, en vez de dedicarse a jugar, estuvo cuatro años haciendo noticia por sus salidas nocturnas, sus borracheras constantes y sus líos de falda, pasando de los suplementos deportivos a los programas de farándula. Sin embargo al parecer los días de juerguero de Pinilla han llegado a su fin y, luego de haber pasado por clubes de Chile, Italia, España, Escocia, Portugal y Chipre, ha tenido un destacado desempeño en la Serie B italiana con veinte goles en quince partidos.
Otro que pudo haber seguido los pasos de Pinilla es el actual volante de Boca Juniors, Gary Medel, quien surgió de las inferiores de Universidad Católica. Oriundo de Conchalí, Medel se destacó rápidamente por su entrega y su buen fútbol, siendo por mucho tiempo el único que jugaba en esa mierda de equipo, cuestión que le valió ser llamado a la selección que jugó las eliminatorias para Sudáfrica 2010. Lamentablemente, durante el 2007 y el 2008 Medel se vio involucrado en peleas, accidentes de tránsito, borracheras descomunales e incluso en la muerte de una joven que cayó desde el balcón de su departamento. Sin embargo Medel enderezó el rumbo y ahora es un chico de bien.
Importamos curdas y bebados
En Chile la presencia de futbolistas extranjeros caidos al litro es una cuestión de toda la vida. El primer caso del que se tiene registro es el del argentino Manuel «Charro» Moreno – el mejor futbolista extranjero que ha jugado en Chile para muchos – , ex jugador de River Plate y Universidad Católica, quien fue uno de los artífices del primer título del equipo cruzado en 1949, pero cuya carrera en Chile fue sumamente breve porque era demasiado bueno para el trago y el carrete y no aguantó a la empaquetada sociedad chilena y volvió a Argentina en 1950. Sin embargo retornó a la Católica apenas un año después de haberse marchado, pero volvió más jaranero que nunca, cuestión que no fue tolerada por la dirigencia cruzada y que a la postre provocó su salida del club.
Luego de finalizar su carrera como jugador en 1961, «El Charro» comenzó una breve carrera como ténico en el Independiente de Medellín colombiano, en donde mantuvo su fama de farrero y en donde lo acusaron de perjudicar al equipo pues sólo alineaba a los jugadores que lo acompañaban en la jarana.
Manuel Moreno y su bigote de charro
Otros destacados futbolistas extranjeros que siguieron los pasos de Moreno en el futbol y bares chilenos fueron «El Bambino» Veira y René Houseman, ambos jugadores trasandinos que defendieron los colores de Universidad de Chile y Colo Colo respectivamente, pero que no pudieron demostrar sus reales capacidades dentro de la cancha por haber estado más preocupados de jugar a la rayuela corta que al fútbol. Más reciente es el caso del delantero colombiano Faustino Asprilla, quien vino a dar jugo a la U el 2003 y a agarrar a balazos a sus compañeros, pero de fútbol, nada.
Pero no todos los extranjeros jaraneros han sido tan buenos como Moreno ni tampoco han venido precedidos por una buena trayectoria. Pero no por ser malos adentro de la cancha no iban ser ases del copete. Tales son los casos de Vicente Principiano y Nicolás Tagliani de Colo Colo, Arilson en Universidad de Chile y Caté, quien tuvo un tremendo comienzo con Universidad Católica en 1997 y que finalmente se desinfló.
El «Tino» Asprilla en sus buenos tiempos con la «selección Colombia»
No son los últimos ni tampoco los primeros. Futbolistas caídos al litro siempre han existido. Salud (y gol si es que hay suerte).
Publicado por Francisco Campos
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