Por Vadim Vidal / Fotos: Alejandro Scaff Herrera

1.- Ena sabe de lo que habla

De rebelde nada, Ena es disciplinada, la matea del curso y hace lo que debe hacer. Y la misión del gobierno al que representa es crear la ilusión de que el problema es entre el gobierno y la oposición. Por eso provoca a Bachelet, quién por orden expresa de la ONU no puede inmiscuirse en política local. Y la Ena no lo hace porque sea lesa, ni porque no lea los diarios (aunque no pondría las manos al fuego), sino como parte de la estrategia del segundo piso de La Moneda para desviar la atención del foco del conflicto: no se trata de Alianza versus Concertación, es entre la sociedad civil mayoritariamente contraria al proyecto y los capitales privados que conforman HidroAysén.

2.- Daniel Fernández hace muy bien su trabajo

No por nada le pagan entre 35 y 50 millones al mes (entre lo que ganaba Bielsa y lo que gana actualmente Borghi). De hecho logró que la monserga de que “tenemos que duplicar la generación de energía durante los próximos 10 años” inventada por las generadoras eléctricas el 2008, propagada por las páginas editoriales de La Tercera y El Mercurio hasta la saciedad y usada como slogan de HidroAysén en sus campañas en radio, televisión, diarios e Internet, fuera hecha propia por el Ministro Golborne (que viene del sector eléctrico) y el mismísimo Presidente de la República en su cuenta a la nación. La repiten calcada, como si se tratara de las tablas de la Ley. Fernández merece cada peso que gana. Si lo contrata Walmart, para el próximo 21 de mayo Piñera aseguraría que Líder tiene todos los días, todos los precios bajos.

3.- Goebbels for dummies

Supongamos que usted tiene una panadería y quiere duplicar sus ventas. Entonces crea un slogan: Chile necesita duplicar su producción de pan si quiere llegar a ser un país desarrollado. Lógicamente lo van a apoyar los otros panaderos y la Sociedad Nacional de Agricultura. Si tiene un centro de estudios del pan, van a encontrar cifras para respaldar lo que dice y si tiene contactos en los medios, alguna carta le publicarán al respecto. Esto es lo mismo pero con electricidad.

4.- Y mientras todo esto pasa, MEO solo piensa en levantar su partido político.

5.- Hagan el favor de callarse

Durante los 90´s los empresarios eran los dueños de la verdad, tanto así que se creó una revista (Capital) para que contaran hasta qué tenían sobre sus escritorios. Si compraban una empresa, hablaban de su “desembarco” en ella, si sus hijos entraban a la gerencia de alguna pieza del holding, les preguntaban sobre sus planes y si sus mujeres hacían beneficencia, las revistas de mujeres las ponían en portada. Hoy cacarean en sus encuentros hablando en favor de la generación de megaproyectos eléctricos y nadie los toma muy en serio. Porque, sinceramente, ¿quién va a confiar en Matte luego de saberse que presionó a un poder del estado para interceder por un pedófilo? El mundo post Wikileaks no es
para ellos

6.- La hora del emprendimiento

Tenemos (1) un problema: la dependencia energética; (2) algo que no queremos: proyectos que atenten contra el medio ambiente; (3) alternativas: las Energias Renovables No Convencionales y (4) un gobierno y empresarios que hablan y hablan de fomentar el emprendimiento.
Bueno, si no es ahora, cuándo.

7.- Hinzpeter tiene tetas.

8.- No es el colisionador de hadrones

Uno de los logros de las movilizaciones es terminar con la majadería de los tecnócratas y su discurso de que este es un problema demasiado complejo como para que lo entiendan las masas. O sea, son diques, que inundan cuencas, que precipitan y generan electricidad, la que se lleva por un tendido eléctrico de 4 mil torres de alta tensión de 40  a 70 metros de altura por siete regiones del país. No hay que haber estudiado física cuántica para comprender el alcance grueso del proyecto. Mal que mal es la más rudimentaria de las tecnologías de generación eléctrica. Guárdense sus diplomas.

9.- El tendido eléctrico es clasista

No porque solo llegue a Santiago, sino porque va a sumergirse sólo en el tramo que puede molestar a un multimillonario: Tompkins. Es cómo la línea 4 del Metro, va sumergida en Providencia y Ñuñoa, pero sale a la superficie desde Macul hasta Puente Alto, donde los terrenos tienen menor valía.

10.- La nota verde

Es el momento de que los ecologistas entren al sistema. No pueden estar negociando apoyos con políticos que les dan la espalda a la primera presión de los fácticos. Ya sean Lagos, Bachelet o Piñera. Si de esto no sale un partido verde es que ya no tenemos vuelta.

11.- Sociología barata

Cuando hay que tirar para abajo una movilización ascendente no hay como echarle mano a las ciencias sociales. Según los sabios del segundo piso de La Moneda que la gente salga a la calle se debe al terremoto, según Tolerancia Cero es un cúmulo de temas que encontraron su cauce de salida. Supongamos que es así, que hay tal número de problemas que falta una chispa para que encienda la mecha, ¿se desacredita la chispa por eso? ¿Deja de ser menos aberrante HidroAysén por que haya otros móviles entre los manifestantes? ¿Y cuáles son los otros temas? ¿Están tan a flor de piel que basta con que aparezca un atropello al medio ambiente para que afloren?

12.- Ventajas comparativas

La empresa, HidroAysén, gasta millones en avisos que dicen que en Sudamérica hay proyectos hídricos más grandes. Y la autoridad los respalda. Entonces, para todos los temas nos comparamos con las naciones de OCDE, pero para la energía tenemos que mirar a nuestros vecinos.

13.- RR.PP.

Si el New York Times recomienda Santiago como LA ciudad a visitar este año, es un logro, fruto de nuestro desarrollo, estabilidad, etc. Si habla en contra HidroAysén, no tienen idea de nuestra realidad. El candidato Golborne dice que no tienen por qué meterse en nuestros temas. Lo que es raro, no solo por lo cavernaria de su afirmación sino porque él es ministro y no RR.PP. de HidroAysén. Daniel Fernández debería responderles. Diez palos menos este mes de multa.