Por Vadim Vidal D.

Maestro debe ser la banda menos reconocida de la década de los 90 y sin duda una de las más extrañas. Y no es que hicieran ruidos inclasificables o delirios progresivos difíciles de tragar, lo de ellos era un pop que no fue comercial, más por falla propia que por opción. Maestro, junto a Tobías Alcayota y Taller Dejao, fueron los antecedentes del neo folk de mediados del 2000. No esa parada porteña tipo Chinoy, sino la Javiera Mena pre-Heyne y el Gepe pre-Sanfuentes. Ese folk que no era Nueva Canción, sino que pop con guitarra de palo medio desafinada.

Maestro fue un trío compuesto por los hermanos Claudio y Christian Torres, además del artista visual Joe Villablanca. Sacó un sólo álbum: M1 (HR) de 1997, producido por Carlos Cabezas, más un casete de solo treinta copias que lo antecedió. Aparte de eso, algunas colaboraciones para recopilatorios mega descontinuados y un musical (¡!) llamado Operación Cóndor & Pony, el que puedes escuchar acá.

Su circuito, si se le puede llamar así, fueron inauguraciones de exposiciones o restaurantes semi vacíos. La huevá más under que se puedan imaginar.

El disco «La guerra civilizada» de 1998.

Después de disueltos, sus integrantes siguieron diversos caminos: Claudio Torres con una banda llamada CTR y Joe Villablanca con una carrera solista igual de subterránea, con discos -digamos – disléxicos, atonales, pero atractivos, los que, como buen artista visual que es, lanzaba junto a una exposición. O sea cada disco era una expo y viceversa. Es tal su comunión entre arte y música que alguna vez compuso un manifiesto llamado «Yo quiero llegar a ser el director más joven del Museo Nacional de Bellas Artes», trabajo que aparece en el compilado «9 años de música experimental en Chile», publicado por el colectivo Kiltraza en el 2000.

Pero aunque no lo sepan Joe tiene un mega hit que todos ustedes conocen, el jingle de Disfruta, el que compuso durante el breve tiempo en que trabajó en publicidad. Un proyecto puntual que giró por años en la pantalla chica (sin la debida paga, por cierto)

Mientras que Christián Torres emigró el 2001 a Nueva York en donde adquirió el alias Nutria, con el que ha registrado dos trabajos: el impecable «Roquerío» (2005) y «Nutria NN» (2007), el primero de los cuales contiene «Detén el invierno», una de las canciones más bellas de la década pasada.

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De su estadía por el taquillero barrio de Williamsburg en Brooklyn nace su amistad con Iván Navarro, el artista emergente de las instalaciones con tubos fluorescentes. El mismo que hizo el último clip de Pánico e instaló el sello Hueso Records en la ciudad que nunca duerme.

De hecho Navarro y los Maestro remasterizaron el disco que se relanzará este jueves 29. Una joya en vinilo de la única banda arty que tenemos. Pero arty a la chilena.

La info:

Fiesta de lanzamiento «M1: el vinilo» con Maestro + invitados y Nutria NN de telonero.
Jueves 29 de diciembre, 21:00 hrs. Galería YONO, José Miguel Infante 1428.