Por Camilo Salas

Mi primer pensamiento después de estar casi toda la mañana viendo Batman: The Dark Knight Rises fue que entretiene y posee sub lecturas bastante revolucionarias, pero comparada con la anterior entrega es bastante menor, mucho menos emocionante. Es interesante, es una película que hay que ver, pero Batman: The Dark Knight es superior.

La historia va así: hasta el momento en que Gatúbela roba la mansión Wayne, disfrazada de mesera durante un acto para recordar el fallecido Harvey Dent, Bruce Wayne no había salido de su mansión en 8 años, y el buscado Batman tampoco. Eso hasta que aparece Bane, un musculoso guerrillero con planes ocultos y que perteneció a la ‘Liga de las sombras’, el bizarro grupo de ninjas de Ra’s al Guhl que vimos en Batman Begins. De ahí en más todo es la revolución de Gotham y cómo el derrotado Batman debe ascender.

Lamentablemente, y seguro que por respeto a Heath Ledger, borraron al Guasón de golpe. No hay referencias a la mansa cagada que dejó en Gotham hace 8 años, y si no fuera por las referencias a Harvey «Dos Caras» Dent (que las hay y muchas) esta película podría ser perfectamente una continuación de Batman Begins.

Algo por lo que será recordada TDKR es la masacre durante la primera función nocturna de la cinta en Denver, USA, algo (aunque suene horrible) muy de Batman, de las novelas gráficas del detective de orejas puntiagudas y de la anterior película. A la hora que escribo esto ya apareció en televisión el asesino, James Holmes, y su cabellera teñida le da un aspecto de Guasón. Si -como dicen los medios- intentaba copiar al archi-enemigo de Batman y ese fue su motivo para dispararle a los espectadores, quizás de haber visto TDKR completa el número de muertos hubiese sido mucho mayor. Razones hay: las grandes líneas que cruzan a película van por el odio social, la injusticia, el caos y esa eterna pelea entre los ricos y políticos versus todos los demás, y hacer de eso el vehículo de una revolución forzada. En definitiva, lo que vive el mundo en estos momentos.

Esto puede sonar a spoiler, pero no lo es. Una de las mejores escenas es cuando la revolución reina en la ciudad y aparece El Espantapájaros de Batman Begins como un juez ciudadano que solo dicta dos condenas: muerte o destierro. ¿Cuantas veces el sistema legal no ha hecho lo mismo por gente que no vive en la ficción de Gotham City?, al final -y esto no se puede olvidar- TDKR viene desde Hollywood.

El epílogo de la cinta es cuanto dura la aparente calma en Gotham City, Santiago de Chile, Atenas, Madrid, Damasco en Siria, Temuco en la Región de la Araucanía o Denver en USA.

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