Por Catalina González P.

Esto no es una lista, menos un ranking, ni siquiera son todas increíbles. Son solo series que se estrenaron el año pasado, que la gente andaba recomendando, y como no es ná llegar y dedicarle un fin de semana a un desconocido, vamos a contar de qué se tratan. Además, es utilidad pública: estas series ayudan esos días en que la caña, la caña moral, las depresiones, los calores, y otros motivos pajeros y antisociales, los hagan preferir su cama y una pantalla antes de interactuar con otros seres humanos.

Togetherness: para pesimistas honestos.
Amo a los pesimistas porque no se conforman con “lo que hay”, quieren algo mejor y asumen cuando la realidad se ve como el hoyo. Togetherness es pesimista, pero inspiradora: podís estar instalado, casado, endeudado, multiplicado, pagando cuentas a principio de mes, comiendo asado el domingo, y tirando en días específicos de formas convencionales. O solo y pelado. O pateada y sin ideas pal futuro. En cualquier caso la crisis te va a obligar a pensar en cómo podriai estar mejor. Aplausos para los hermanos Mark (el protagonista) y Jay Duplass, que muestran con tanta ternura e ironía ese terror a la vida fome y predecible en esta serie de HBO que misteriosamente no deprime, da ganas de ser más cara de raja y honesto con quién eres y qué quieres hacer para que, cuando llegue esa crisis, estés rodeado de la gente correcta, haciendo algo que valga la pena.
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Jessica Jones: para alcohólicos que no saben de amor y potenciales asesinos.
No engancho fácil con la acción y los héroes y una vez me explicaron eso del “Universo Marvel” y lo olvidé rápido. Pero esta Jessica Jones, adaptada por Netflix, es una persona con fuerza, punto. Está mucho más cerca de Don Draper (Mad Men) que de sus amigos fantásticos y sé que los últimos años se han dedicado a humanizar a los héroes y mostrar sus problemas… pero no tienen idea de lo cagada que está Jessica Jones: no sabe cómo levantarse de su cama sin un cortito de whisky, ni cómo decir “Te quiero” y siempre tiene cara de rabia, melancolía, o caña. Es una especie de Holly Golightly sin el glamour de Tiffany’s, mezclado con un Nicky Belane abusado que ni siquiera espera cerrar un caso (Jessica Jones es investigadora privada), sino que lucha por salvar al mundo del hueón que la dejó así de tiritona. Extra: nunca vi tantas formas creativas de matar gente.
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Master of none: para todo el mundo (sobretodo si siente que NY es el mundo) y para publicistas buscando de insights de “esta” generación.
Sentimientos encontrados. Tiren tomates, hagan la hueá que quieran, la serie es buena, está llena de reflexiones interesantes (obvio, salió de la mente de su protagonista Aziz Ansari, persona del stand-up) pero no puedo dejar de preguntarme si es pa tanto. Hay momentos en que la he encontré grosa (el principio del 2º cap.), otros buena (el con Claire Danes) y otros en que no sé qué hago regalándole mi tiempo. Harto New York Times, harto crítico emocionado porque “se ríe elegantemente de nosotros” ¿Quiénes son nosotros? Lo entiendo, harto insight universal, pero demasiado correcto, es como “sobre lo que hay que alegar”. Y sobre reírse, yo por lo menos necesito carcajadas fuertes, no sonrisas piola, además se echa de menos la angustia, la necesidad de ver otro capítulo ya, es fome creer que puedes dejarlo pa después. Es bacán pa pasar el rato? Sí. Es la mejor comedia del año? Quizás. A todo esto, que pocas comedias increíbles se estrenaron este año. Igual vi el tráiler de nuevo pa ponerlo acá y recordé buenos momentos. ¿Quién dijo que yo servía para esto? Sentimientos encontrados, verdad, así partí. El amigo gigante y la amiga lesbiana son bacanes.
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Mr Robot: para paranoicos y viudos de Lost que esperaban un misterio más tangible.
Odié esta serie. La empecé a ver y al capítulo y medio la dejé, pero de repente todo el mundo andaba muy vuelto loco con Mr Robot y decidí volver a cachar qué tanto. Meh. Vieron Utopia? Es mucho mejor. Comparten tonito paranoide/conspirativo, pero la cinematografía de la serie inglesa y el soundtrack le pegan 500 patadas a esta del loquito hacker. ¿Por qué la incluí? Por el amor que un día le tuve a Christian Slater (piensen en Heathers, en Pump up the volume), porque me cae bien la gente que va al sicólogo aunque sepa que no tiene vuelta, y porque como en el cap. 8 igual se puso media buena. ***Spoiler cuático: quizás es de puro rabiosa, pero me da lata que se tiren hasta el cover en piano de Where is my mind pa dejar claro pa donde van.
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UnReal: para gente que le gustan los reality, gente que odia los reality, feministas, y feministas que le dan rabia/lata las feministas.
No puedo hablar mucho de esta, es mi favorita del año. Creo que es la mejor expresión del Girl Power bien entendido en décadas. La historia real dice que a una futura cineasta tratando de hacer carrera le ofrecen un contrato en un canal de TV y acepta porque necesitaba la pega. Corte, le dijeron que era para The Bachelor. Corte, la loca casi se murió, era una tortura, pero al salir de ahí contó su conflicto moral en un corto que se estrenó en SXSW el 2013. Corte, le ofrecen hacer la serie de cómo se hacen esos reality de amor. Todo pasa por algo y esas cosas. Advertencias: uno, creo que a nadie le va a gustar tanto como me gustó a mí, no sé, no es tan correctamente cool o alguna estupidez así, y dos: advierto que es adictiva, como reality de teleserie venezolana o algún inception de esa onda.
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Bloodline: para viudos de Machos y Marrón Glacé, adictos al family issue.
Esta joya de Netflix no es para todos. Es densa, es oscura, es dramática. Es una familia que tiene un negocio familiar, un secreto familiar y entremedio pierden a un familiar. Dramón, venganza, ovejas negras, tratos, secretos, secretos, secretos. La serie va y viene entre flashbacks y flashforwards, y uno empieza a encariñarse con unos y de repente ya no se sabe en quién confiar ni a quién hay que defender. En teoría, siempre, a la familia. En teoría.
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Chef’s table: para gente feliz a.k.a. gente que ama comer
No es una serie de ficción como las otras pero me da lo mismo, es hermosa, es adictiva, y está en Netflix, o sea puedes pasar todo el día pegado y eso es lo que nos importa acá. Es la prueba de que cocinar es un arte hermoso e inspirador, que la cocina tiene mil historias grosas para contarnos, y pa más, todo está filmado increíble. Aleluya. Provesho. Salud.
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