Por Francisco Campos
Siempre me ha molestado cuando usan canciones conocidas para los comerciales. Y más si copian la melodÃa, pero cambian la letra para no tener problemas legales, supongo. El resultado es un hÃbrido que provoca desagrado y escozor. Probablemente, todo lo contrario a lo esperado por quienes se afanan impunemente los temas.
La lista de canciones profanadas es enorme, y está claro que la cosa no funciona, pero ahora creo que a los de Almacenes ParÃs se les pasó la mano.
God Save The Jeans es la última aberración que algún publicista egresado del Aplaplac inventó. Está bien que muchos conciban al punk como un producto susceptible de ser comerciado vilmente por la máquina del merchandising capitalista, pero no es excusa. Lo más peor de todo el asunto es que hay gente a la que le llega la campaña y se sentirá mas punk por comprar bluejeans en Almacenes ParÃs.
Pero bueno, que más se puede hacer, desde tiempos inmemoriales los publicistas subestiman a toda la masa consumidora tratándolos como mutantes oligofrénicos que compran todo lo que les ponen por delante, a diferencia de los argentinos, que sà le ponen un poco más de seso al momento de vender la pescada.
Publicado por Francisco Campos
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