Por Francisco Campos
No sé por que le han dado tanto color con Héroes y Epopeya, si no han aportado nada nuevo. Son las mismas tonteras que nos han enseñado desde chicos, y lo más ausente es la polémica. Mucho ruido y pocas nueces, mucho LUN y poco contenido, mucho zig-zag y poca veracidad.
Las autoridades educacionales, junto al consentimiento tácito de la sociedad entera, se han empeñado en mostrarnos una historia de Chile light y descafeinada, en donde todo parece haber sido idílico y perfecto, además de heroico, casi bíblico. Han tratado de perpetuar esa historia de Chile escrita por Frías Valenzuela y meter con fórceps en el ethos colectivo que nuestros próceres son seres intocables y perfectos.
En nuestra historia no hay intocables por lo que no corresponde escandalizarse cuando se afirma que Portales era de lo más putero, que O’´Higgins era un trancado y que Prat era maricón. Por favor, si no eran santos, y aunque lo hubiesen sido, que importa, si al fin y al cabo eran humanos y como todos los hombres que habitan o han habitado este planeta no eran perfectos.
La historia de Chile a lo largo de los años ha perdido su objetividad, aunque dudo que en algún momento la haya tenido, y se ha construido en base a deformaciones que han convertido nuestro pasado en un relato instrumental que impide mayores cuestionamientos, en todo ámbito de cosas, y contribuyen a nuestra condición de ciudadanos serviles.
Publicado por Francisco Campos
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