Estoy con caña y hoy odio a todo el mundo, pero si hay algo que me pone de “más peor” humor es ver los partidos de fútbol por TVN.
Hace un tiempo discutía con Luc Gajardo sobre quienes eran los mejores relatores de fútbol de la televisión chilena. El me decía que no había como Carcuro y Solabarrieta, yo perplejo no sabía que decirle porque siempre he sentido que TVN tiene la peor área deportiva de la vida, en la que Carcuro, Solabarrieta y Guarello se yerguen por sobre todos. Y eso es complicado, teniendo en cuenta a próceres como Caszely, Cacho Hormazábal Bianchi e Israel.
Cada Mundial (de cualquier categoría), cada Eurocopa, cada campeonato, cada puto partido, este montón maricones de Carcuro, Solabarrieta y Guarello te lo amargan con cada una de las huevadas que dicen. Sapito, integrante del team deportivo de TVN, no sabe ni donde está parado, y cada una de sus intervenciones son meramente anecdóticas. Es como el abuelo que chochea, pero el otro trío de tontos huevones es de temer.
Carcuro, el eterno periodista deportivo referente de no sé que. Ex soplón de la Dictadura bajo el nombre de Rocanrolero, tal cual como lo lee, y un chuchasumadre que a la hora de chuparle el pico al rival -sobre todo si es argentino o brasileño, y a su amor imposible, Zamorano- no tiene límites. Siempre habla de todo y no sabe de nada, se las da de líder de opinión, de animador y de escritor, la cual es probablemente su faceta más desconocida, porque su cagada de libro, “Caído del cielo”, que retrataba todo el amor que Carcuro le tenía a Zamorano, es tan malo que no lo pillan ni en San Diego.
Es parcial y le falta comentar con la camiseta del Colo puesta. Cada vez que juega Chile con algún rival extraño o exótico salen de su boca mil y un comentarios xenófobos. Que los negritos aquí, que los chinitos acá, que qué saben de fútbol estos indiecitos, como si Chile fuese la media potencia futbolera. Además se cree italiano y se lo cuenta a todo el mundo como si le diera un plus. La media gracia ser italiano, por sobre los chilenos corrientes. Pa más recachas hubo que mamárselo cuando se las dio de animar en de Pé a Pá, programa en el cual desfilaban los chuchasumadres más grandes de la historia latinoamericana, como el Mamo Contreras y Carlos Menem, a quienes este colorín maricón deshizo en halagos.
Por otra parte, tenemos a Solabarrieta, quien es sin duda alguna el comentarista de fútbol más mamón que haya existido jamás sobre la faz de la tierra. Es como el Quique Wolff de los chilenos, el dandy de los periodistas deportivos. Se jura rico, todo le parece bueno y jamás ha emitido una opinión que disienta con nadie. Se emociona innecesariamente, finge llantos y sobre dramatiza hasta el más pequeño de los triunfos, a lo cual hay que sumar su afición por pronunciar los apellidos de una forma pomposa que es correcta sólo para él, algo así:
SCHHHHHHHVAINSTAIGAH, POBOOOOOOOOOLSSSSSKIIIIII, PEEEEEEEREZ
No sé como lo hace, capaz que llame a las embajadas y le pregunte a la secretaria por la pronunciación de los apellidos.
Finalmente tenemos a Guarello, que es como el futbolero intelectual. Mezcla los relatos con datos históricos intrascendentes del toque de “Mira, en esta ciudad entró el emperador Constantino en el año 357”, como si impresionase a alguien. Siempre anda choreado no sé con quien y todo le parece malo, son todos pencas y juleros, cree que el periodismo deportivo gira en torno suyo pero no le ha ganado a nadie. Sufre de argentinofilia, al igual que Carcuro, probablemente por el hecho de que su sueño frustrado es haber nacido en Argentina y escribir en un diario como El Clarín. Además, se ha dado tantas vueltas que ya ni siquiera sabe que es lo que ha dicho. En el fondo odia a Carcuro porque es facho, no como el que es un izquierdoso pseudo intelectual progre, y a Solabahueta porque, bueno, es un pelotudo.
El hecho de que TVN tenga los peores relatores y comentaristas no exime al resto de los canales que cuentan con próceres similares de la ignorancia deportiva, y con líderes de opinión que repiten lo obvio una y otra vez. Así no se puede y la única solución será seguir viendo los partidos con mute.
Publicado por Francisco Campos
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