Mika Martini es el encargado de responder al cuarto cuestionario de Entrebeats. Fundador, junto a Djef, del sello virtual Pueblo Nuevo afirma que el futuro de la música es díficil de preveer, sin embargo, apunta que los Netlabels otorgan «la oportunidad de saltarse todos los clichés del mercado de la música tradicional, en pos de la mayor libertad creativa y del desarrollo de nuevas formas de asociación, creación y distribución de manifestaciones musicales».
¿Serán (los sellos virtuales) la trinchera musical del futuro? No lo sabemos. Pero hoy si que dan que hablar. Ignacio Molina trae los detalles.
Por Ignacio Molina / Fotos: Archivo Mika Martini
Mika Martini (Hugo Espinosa Chellew) es el fundador -junto a Daniel Jeffs- de el prolífico Netlabel Pueblo Nuevo, discográfica que se planteó – como propósito- crear una plataforma de difusión para aquellos músicos que estuvieran haciendo electrónica en Chile y no contaran con medios para editar físicamente sus trabajos.
Dos años después de originar este proyecto y tras una exitosa participación -junto a Djef y Equipo- en el Festival Quinto Sol, Hugo Espinosa edita “Mestizo” (2007), disco que mezcla folclore patagónico y ritmos provenientes de la electrónica más abstracta y minimalista.
«Mestizo”, se puede entender como la culminación de una obra que comienza a desarrollarse el 2001 con la creación y colaboración en “Conexión_Domeyko” del proyecto Ud. No!, y las posteriores participaciones en los compilados “Techfest” y “Oscilación: Poesía Electrónica”.
Es un hecho: la contribución de Hugo Espinosa ha sido fundamental en la formación de la actual escena electrónica chilena, y como se trata de un personaje que tiene bastante que decir, lo dejamos con ustedes en este Entrebeats #4.
¿Cuál fue tu primer acercamiento con la música electrónica y como se fue gestando el hecho de que hoy en día te dediques a ella?
Desde chico estuve ligado a la música en forma amateur, con grupos de amigos tocando largas improvisaciones con bajo, guitarra y casiotones. Pero cuando egresé de la universidad como diseñador, mi relación con los computadores se hizo permanente. Mi primera empresa estuvo ligada a la animación 3-D, técnica que empleábamos para producir video-clips para la emergente escena musical de mediados de los noventa. Luego trabajé en una pequeña oficina de diseño, a fines de los 90”’, cuando ofrecer desarrollo de proyectos “multimedia” era la próxima maravilla de la tecnología (y el próximo gran negocio, también). Entonces, en forma autodidacta comencé a hacerme cargo de la sonorización de CDS multimedia, presentaciones interactivas, animaciones flash, sonidos para Web, etc., conociendo de a poco el mundo de los softwares de edición y creación de audio. Posteriormente, mi amigo Claudio Pérez, me invitó a participar en su grupo “Usted No!”, donde tocaba teclado y hacía bases en “Acid”.
¿Qué te parece la crítica que se le hace a la música electrónica de ser poco humana debido a que es originada mediante maquinas y/o softwares?
Irrelevante. Cualquier instrumento es una “máquina”. La música siempre ha estado ligada a la tecnología, cada avance en el campo tecnológico ha devenido en algún tipo de desarrollo artístico o cultural y viceversa. Tal vez el único campo musical al que se le podría achacar ese prejuicio sería en el de la música creada a partir de fórmulas matemáticas, de tipo randómico o hecha a partir de fractales, pero es un campo muy acotado dentro del universo de las expresiones sonoras realizadas a partir de los ordenadores.
Hoy en día es posible hablar de un movimiento de músicos electrónicos chilenos que triunfa en Europa. ¿A qué crees que se debe el interés internacional tanto de sellos como de fans en ellos?
A que han tenido la suerte de poder desarrollar sus capacidades en un medio menos hostil que el latinoamericano, pero han mantenido (algunos más que otros) el sentido rítmico y terrestre del bagaje sonoro que nos caracteriza.
¿Crees que es posible formar un sello a nivel nacional que sea sustentable económicamente?
Por supuesto, es solo cosa de editar lo que el público está dispuesto a comprar, es decir música “comercial”, que duda cabe. No es una cosa de otro planeta saber lo que a la gente le gusta en términos musicales y, por último, bastaría mandar a hacer un buen estudio de marketing; a saber, en Chile gusta y se vende: música ranchera, reggaetón, algo de pop y cumbia. Para el resto de las manifestaciones musicales, ya es más difícil o de frentón imposible, porque no hay mercado.
Una alternativa a los sellos a nivel de difusión son los sellos virtuales (Netlabels). ¿Crees que el futuro va dirigido hacia ese lado?
Soy fundador, junto a Daniel Jeffs, del netlabel “Pueblo Nuevo”, además de “director” o “coordinador”. Habría que preguntarse primero “¿El futuro de que?”… Yo creo firmemente en que los netlabels son una de las herramientas más poderosas actualmente para difundir a nuevos creadores, nuevas manifestaciones musicales o para rescatar del olvido material que en su momento no fue bien distribuido o valorado, o si quiera conocido. Es difícil aventurarse a pensar en qué pasará en el futuro con la música (si ha eso se refiere la pregunta en concreto), puesto que hay demasiadas diferencias entre lo que podemos entender o definir bajo el concepto “música”. Un netlabel puede ser el repositorio natural para la música experimental o no-comercial, sin duda, pero no necesariamente”¦ Un netlabel es una plataforma de difusión, un movimiento cultural mundial, una instalación artística, o todo eso al mismo tiempo. La idea de un netlabel -por lo menos para mí- es tener la oportunidad de saltarse todos los clichés del mercado de la música tradicional, en pos de la mayor libertad creativa y del desarrollo de nuevas formas de asociación, creación y distribución de manifestaciones musicales.
Para finalizar algunos músicos que recomiendes dentro de la música electrónica chilena actual.
Exceptuando mis propios proyectos, claro, diría que dentro de la línea de corte experimental-ruidista: Leonardo Ahumada (Nawito) y Edén Carrasco y sus ensambles; En la línea IDM: Insecto, Hans Carstens, Danieto y el netlabel Impar completo, mencionado también el trabajo del sello EPA Sonidos de Valparaíso y dejando como apuesta para el futuro lo que pretende desarrollar Tonossepia y Alisu en Modismo Netlabel. En el minimal-techno y sus derivados: pues Djef y Equipo; En la fusión del folklore con la electrónica y la canción: Lluvia Acida. También -por supuesto- no puedo dejar de nombrar a los compositores electroacústicos Federico Schumacher y José Miguel Candela, que además de sorprendentes creadores, junto a la CECh hacen cada año un lujo de festival, como es el Ai-Maako.
Links: Mika Martini | Mika y Djef | Pueblo Nuevo
Videos:
Mika Martini ”“ Toc_11
[youtube]NPWkeMtQ57o[/youtube]
Mika Martini ”“ Whyno?
[youtube]bxzPi40fbPs[/youtube]
Publicado por Ignacio Molina
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