Dentro de la cultura popular hay incontables referencias hacia nuestra larga y angosta faja de tierra. Cada día, gracias a los medios nos enteramos de que el gordo de Lost es chileno, de que la bandera chilena apareció en un capítulo de Futurama o de que Santiago Cabrera la rompe’ con Soderbergh, sin embargo, he aquí un par de referencias no tan conocidas por nuestros compatriotas y que posiblemente sorprenderán a más de alguno.
Por Francisco Campos
Chile en Hollywood
En la industria del celuloide nuestro país ha sido nombrado en inumerables ocasiones, generalmente cuando alguien se quiere referir a un lugar lejano. Ejemplos no faltan: las lobinas chilenas de Jurassic Park, los moais en Mars Attack, las bombas de racimo chilenas – probablemente Card*en – en Tomorrow Never Dies o las lejanas minas de platino (?) en All in Family.’ Sin embargo, lejos la mejor mención que ha tenido nuestro país en alguna película fue en Loco por Mary. Dos de los pretendientes de Mary, Matt Dillon y Lee Evans, tratan de cagarse mutuamente con preguntas rebuscadas para sorprender a la rubia. En una de esas, Evans’ le pregunta a DIllon «¿Has estado en Santiago de Chile?» a lo que Dillon responde «Claro, he estado ahí dos veces». Ofuscado, Evans retruca «¿Tu construiste el Estadio Olímpico?» pregunta a la que Dillon responde «No, yo construí las torres Celinto Cateyende, que están un poco más allá». Una joya.
Claro, hasta aquí no he mencionado datos muy novedosos, sin embargo, hay uno sorprendente que se refiere a la filmación de Siete Años en el Tibet. La producción de dicha película había pensado en filmar la escena en la que Brad Pitt inicia su viaje en tren desde Francia hacia Nepal en la Estación Mapocho. Lametantablemente, esto no ocurrió ya que el director de la película – Jean Jacques Annaud – no encontró la suficiente cantidad de extras con un «look europeo». La escena finalmente fue graba en Suiza, en donde al parecer el fenotipo si acompañó.
«Menos mal que vine solo, si no, Angelina los adopta a todos»
Extraterrestres, creaciones y ballenas
Chile es un país tremendamente prolífico en lo que a escritores se refiere, incluso dentro de nuestra historia literaria contamos con dos Premios Nobel. Lo que pocos saben es la cantidad de veces en las que Chile ha servido de inspiración para escritores extranjeros para sus obras, como es el caso de Julio Verne, conocido novelista francés de ciencia ficción quien se habría inspirado en Isla de Pascua para la Isla Misteriosa. En este mismo contexto son poco conocidas las referencias que hace Edgar Allan Poe a los canales patagónicos en «Las Aventuras de Arthur Gordon Pynn» donde los personajes se enfrentan a un ser misterioso apodado «Tekeli – li», para luego desaparecer sin dejar rastro.
EN 1931 H.P. Lovecraft recogerá en su libro «Las Montañas de la Locura» dicha referencia agregándole de su propia cosecha. En dicho libro, Lovecraft señala que el «cuartel general» de los esbirros de Cthulhu estaría ni más ni menos que en la Antártica, precisamente al sur del Cabo de Hornos.
«No hay muchas minas, pero es barato el whisky en Punta Arenas»
A mi entender, la referencia más fascinante de Chile en la literatura universal se produce en la novela de Herman Melville de 1851, Mody Dick, la que narra’ la historia del Capitán Ahab, un tirano’ y cojo marinero obsesionado con cazar a una ballena blanca apodada Moby DIck. El Capitán Ahab recorrió casi el mundo entero en su búsqueda del cetáceo, incluído nuestro puerto principal. Cuenta la leyenda que durante su estadía en Pancho, el Capitán Ahab habría sufrido un ataque de borrachera que lo habría llevado a escupir el cáliz de la catedral porteña.
Pero ahí no termina todo. La propia Moby Dick está basada en los cachalotes albinos que habitaban las costas de la Isla Mocha – al frente de Lebu en la Región del Bío Bío – específicamente a uno apodado «Mocha Dick». Según el relato de un oficial de la Armada Estadounidense que data de 1839, «Mocha Dick» había sido tratada de cazar en reiteradas ocasiones, razón por la cual tenía un comportamiento en extremo agresivo, e hicieron falta más de seis barcos de distintas nacionalidades para cazarla. Lógicamente, este relato aparecido en las páginas de la revista estadounidense Knickerbocker, sirvió de inspiración posterior a Melville.
«Métete los arpones en el orto, cojo de mierda»
Dictadores polifuncionales
Nuestro bananero dictador no sólo ha sido fuente inagotable de inspiración para libros y películas, si no que su figura y su culto hablar han sido fuente de inspiración para un par de videojuegos. El primero se llama «Trópico», un juego estilo SIm City – en el que además de Pinochet salen otros nóbles gobernantes como Fidel- en el que debes ponerte en el lugar de un dictador y regir con puño de hierro una isla en el caribe. En el segundo juego, llamado Hitman Blood & Money, te transformas en un asesino a sueldo que en su primera misión debe eliminar a un coronel que estuvo al servicio del Tata.
Por otra parte, el caballero también ha servido de inspiración para una gran cantidad cantantes – tanto chilenos como extranjeros -, quienes le han dedicado un buen par de líneas. De entre ellos destaca el ex The Police, quien le dedica una estrofa en su canción «They Dance Alone», la que por lo demás está dedicada a las esposas de los detenidos desaparecidos. También hay rumores que señalan que «Kill The President» de Radiohead contendría un par de referencias a Daniel López, pero no se sabe a ciencia cierta si es verdad o sólo rumores.
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El epicentro de la maldad
Chiloé es un bonito lugar. Hay gente amable – descontando todos los flaites que llegan en verano – y se come bien, pero Allan Moore, autor del cómic The Swamp Thing, Chiloé es el lugar que concentra la mayor cantidad de maldad de todo el planeta.
En dicho cómic, que trata sobre las aventuras de una «cosa del pantano», los protagonistas’ – entre los cuales se encuentra John Constantine – viajan a la capital mundial del milkao para enfrentarse a una agrupación de brujos chilotes (La Brujería), siendo dicha agrupación la culpable’ de que Chiloé sea un lugar tan perverso.’ Una vez en la Isla, Constantine y La Cosa se enfrentan a los conocidos Invunche y La Voladora, entre otros seres mitológicos.
Obviamente, Moore se inspiró en la mitología chilota para el argumento de una parte de la serie, pero lo que sin duda jamás vio fue un puto atlas. En The Swamp Thing Chiloé aparece dibujado como una especie de isla tropical con árboles propios del caribe e incluso con tucanes. WTF. Ahora bien, retomando el tema de la maldad, estamos claros de que en Chile hay gente perversa, la hay, pero de ahí a que Chilito sea el epicentro mundial de la maldad hay un larguísimo trecho, aunque siendo sincero, en Avenida Suecia #286 sin duda alguna hay una sucursal.
«Me contaron que en la UD* si que habían huevones malos»
Publicado por Francisco Campos
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