Dentro de las mejores películas del 2009 destacan tres cintas inglesas que –vaya sorpresa- no pasaron por nuestra cartelera: Moon, In The Loop y The Boat That Rocked. De esta última –en DVD como ‘Piratas del Rock’-  Gutiérrez preparó una reseña donde implora que la vean. Y vaya que tiene razón, ya que la películaza toca un tema fundamental de la historia del rock: La creación de la primera radio pirata en los 60s. Una que desde un barco cerca de la costa inglesa disparaba hitazos de The Kinks, Beach Boys y The Who.

Por Cabezón Gutiérrez

La historia va así: Estamos en Inglaterra, año 1966: pleno auge del rock & roll. ¿Qué mejor época? Aunque  sólo suena bien en papel ya que, paradójicamente, la radio de la BBC transmite sólo 40 minutos de rock a la semana en toda la isla de Gran Bretaña; El resto es chácharas y conversaciones compuestas. Bandas como The Kinks, The Who o The Beach Boys son imposibles de escuchar. Es decir, el mejor momento del rock no se está  viviendo como corresponde debido a la censura de los giles que está a cargo de las leyes. Y esta situación no es producto de la gran imaginación de Richard Curtis, -el escritor/director de The Boat That Rocked (2009)-  sino que es una historia real. La historia de cómo y porqué proliferaron las radios piratas en Inglaterra.

Bueno, con ese particular momento histórico como terreno, TBTR nos cuenta la historia de una delirante estación de radio pirata situada estratégicamente arriba de un barco pesquero en las costas de Inglaterra. Un barco sicodélico lleno de notables personajes: El  Duque (Philip Seymour Hoffman) un DJ americano que se afila a todo lo que se para frente a sus ojos;  Quentin (Bill Nighy), el dueño de la radio, más rockero y marihuanero que los supuestos carretes de Charly con el Negro Piñera; Dave (Nick Frost), un DJ con extraordinaria suerte con las mujeres; entre otros. Todos DJ. Todos drogados. Todos buenos para culear con locura.

Sin contarles los pormenores de la historia de estos personajes, le adelanto que TBTR es completamente comprometida con el espíritu del rock and roll: Van  a ver mucho hueveo arriba del barco, muchas situaciones jocosas, mucho compañerismo, mucho humor cervecero y muchas chicas bellas vestidas como el casting de Austin Powers.  Y por supuesto: Mucho rock & roll. Sucede que el soundtrack no puede ser mejor: All Day And All Of The Night y Sunny Afternoon de los Kinks, I Can See For Miles y My Generation de los Who , She’d Rather Be With Me y Elenore de los Turtles, Wouldn’t It Be Nice de Beachs Boys,  entre otros hitazos de Crem, The Supremes y Paul Jones. Ya se quisiera cualquier DJ de Fiestas Fuzz contar con un arsenal de hits como estos.

Ahora, si andan buscando un drama profundo sobre la asunción del rock en la sociedad contemporánea y los cambios que realizaron en la juventud dormida: Lo siento socios pero no lo van a encontrar en esta película. Aunque ahora que lo pienso “de eso se trata esta peli” sólo que siempre mirando el vaso medio lleno ¿Comprende?

Pero no todo es buena onda en la movie: También está la contraparte: los malandras, los “square”, que acá son el gobierno de Inglaterra (Primer Ministro y sus secuaces) y que quieren destruir, literalmente el barco/radio, que trae la inmundicia al pueblo británico. Ellos odian el rock. Y por sobretodo: odian las radios piratas. En su lucha, bastante ridiculizada, se producirá aquel enfrentamiento dramático de la movie.

No les contaré nada más para no soltar spoilers. Simplemente les imploro, por mis vinilos de los Kins, que vean lo antes posible The Boat That Rocked (si es que todavía no lo hacen jejeje) ya se trata de una auténtica películaza de Richard Curtis (Love Actually) con la que UD lector/espectador pasará un rato increíble, se reirá sin culpas, adorará a los personajes y lanzará ese grito final qué marcó a una generación: ¡¡¡iVIVA EL ROCK CONCHATUMADRE!!!

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