Por Valeria Barahona

Antes que todo, el tema de la música no me va ni me viene, considero que es algo tremendamente arbitrario, y que en tu ‘investigación’ sólo citas grupos contemporáneos (MGMT, Klaxons, The Libertines), lo que no significa la inexistencia de mujeres que tocamos el cielo al son de Beethoven o Vivaldi. Compositores que probablemente desconoces. Por lo tanto, me referiré a la ofensa pública que nos propinaste como género, periodistas, e investigadores.

COMO GÉNERO

Las mujeres que conoces y saben de música ‘son más perras que Zooey Deschanel en 500 Days of Summer’, siguiendo el razonamiento, tu musa Marisol García no es ninguna señorita, entonces. Gracias por esta nueva contribución a que mujeres y hombres se sientan libres e iguales en dignidad y derechos.

Gracias a personajes como tú, en nuestro país aún se les pide explicaciones a mujeres por su vida sexual, a puertas cerradas, y con hombres juzgando su conducta, lo que a todas luces es una humillación, ya que si hubiese sido hombre, con quién se acueste y sienta la libertad de contarlo es chiste. Independiente de si sea verdad o no. La contraparte carece de voz.

También calificas a las mujeres que escuchan música en español como ‘personas de alma simplona y romance fácil’. No sabía que sólo en inglés está lo bueno (ya que parece que tu repertorio sólo abarca dicho idioma). Si es así, los sudamerican rockers están perdidos. Mal. Además una pena que las fan de Los Prisioneros, Santos Dumont, Bersuit Vergarabat o Soda Stereo seamos tan simples ante tu eminencia musical, y caigamos a tus pies fácilmente. Sí, cómo no.

Por último Marcelo, que nos guste un grupo y además el vocalista sea mino es otra prueba más de que podemos hacer más de una cosa a la vez sin distraernos: gritar por una musculatura trabajada, apreciar la calidad vocal e interpretativa de quien la luce, y tirar los sostenes al escenario. No soy presidenta de ningún club de fans, pero mido 1,60 y tengo 40 kilos a mi haber, igual que varias niñas afónicas luego de una tocata. Lo siento, no escucho cumbias como ‘la mayoría de las féminas’.

COMO PERIODISTAS

Poblete: eres el mejor argumento para decir que somos una manga de imbéciles. Mientras te dedicas a encuestar a 10 amigas cuya cultura quedó demostrada que no es de gran amplitud, muchas personas en este país (y el mundo entero) son perseguidas, y pasan frío, hambre, y noches de insomnio buscándole el hilo a un relato que mañana será publicado en algún medio.

Si te vas por el lado de que ningún periodista hace historia, quizás sea cierto. Aunque tampoco lo pretendemos. Los periodistas palpamos en carne propia la historia y la escribimos día a día. Aunque a veces pasa que un texto le puede cambiar la vida, o la percepción de esta, a una persona.

COMO INVESTIGADORES

Hay personas que se dedican en serio a estudiar fenómenos sociales, analizan cientos de casos y leen un montón antes de establecer una hipótesis tan gloriosa como ‘las mujeres no saben nada de música’.

Marcelo, sé que tu intención era provocar, como la mayoría de quienes escribimos. O sea, si te tomas el tiempo de redactar algo es porque tienes algo que decir, lo que siempre es bueno. Pero también hay que pensar un poco. Y tratar, desde el periodismo ninja, de construir una sociedad mejor. Una sociedad en que mire a las personas como tales, a los ojos, y sin diferenciarlas en cuanto a capacidad y/o intelecto por si tienen vagina o pene.

De seguro, nunca has sentido un cuerpo pequeño y húmedo entre los brazos, con la respiración entrecortada en tu oído.