Por Javier Chorbadjian desde Chicago
Fotos: cortesía Lollapalooza

Mi sábado comenzó con Harlem. Lollapalooza día 2 fue un tanto distinto, porque la tranquilidad de saber donde están las cosas, los escenarios y las bandas que quiero ver es impagable. Nada de andar rebotando de aquí para allá y menos perderse. Este año el festival fue en un espacio más grande, entonces la gente no se amontonaba para ir de un escenario al otro. O al menos eso me contaron.

Pero como dije, el sábado empezó con Harlem, una de las nuevas bandas de las que no se sabe mucho en ningún lugar. Es un trío bastante versátil que suele intercalar instrumentos (el baterista y el guitarrista parecen malabaristas) y su sonido mezcla el rock de guitarras crudas con una especia de rockabilly cincuentero. Muy recomendables, aunque en el recital tuvieron varios traspiés con el sonido y no hicieron mucha justicia respecto al sonido del disco.

Lo otro que me contaron fue que el número de gente que saltó alguna cerca de las que rodean el parque para entrar gratis fue mayor a los últimos seis años. Efecto Lady Gaga.

Luego de Harlem me pasé a The XX. Partieron con Crystalised, su hit más conocido, y luego siguieron con Islands, su otro hit más conocido. El resto del show continuó de manera muy correcta, con la banda vestida de negro y con un tono muy ceremonioso. El sonido de la guitarra estuvo mal ecualizado, y este se colaba por sobre el resto de los instrumentos, pero para que les voy a dar la lata. Muy recomendable el video de Islands para el que aún no la ha visto:

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Tomándome una media hora de anticipación pude llegar a la primerísima fila para ver a los Grizzly Bear, una de las razones por las que fui a Lollapalooza. Y sí, es una banda conocida por tener actuaciones en vivo que suenan igual o mejor que sus discos, y esta vez pasó exactamente eso. Tocaron la mayoría de los temas más conocidos del aclamadísimo «Veckatimest», como Two Weeks

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=tjecYugTbIQ [/youtube]

Y de su disco anterior, Knife

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=xuYZbYtAl9A[/youtube]

Aparte de su pulcro sonido en vivo, no necesitaron más adornos que ello. Simplemente se subieron a tocar y ya. Eso sí que es oficio.

Un poco lo contrario de Metric, que solo contaba con el gran despliegue escénico de su vocalista. Pero más tarde les tocó a Spoon, con una notable actuación en vivo y buenas variaciones de las canciones originales, especialmente en los solos de guitarra. El público se sabía casi todas las de «Ga ga ga ga ga», pero muy pocas del nuevo disco. Quizás es cierto que no prendió mucho a nadie.

Cut Copy fue otra cosa, hicieron BAILAR a los de Chicago como nunca. Todos saltaban y coreaban sus hits más conocidos como Lights & Music, es casi como lo que hubiésemos visto acá en Chile, pero no pasó nada al final.

El show resultó muy interesante, sobre todo ver cómo pasaban de tocar instrumentos reales a Synthes y beats electrónicos, dentro de los mismos temas incluso. Una banda espectáculo-sonoro, ahora que hay tantas bandas espectáculo-espectáculo.

En mi opinión, uno de los otros platos fuertes del día, después de Grizzly Bear, fue el de los franceses de Phoenix (que nos visitan este segundo semestre) quienes comenzaron bajando el telón del Budweiser Stage con Lisztomania, sin arrugar un sólo segundo y además con el apoyo de un baterista invitado de lujo. Partieron como unos cabrones, y siguieron con Fences y luego tomaron otros temas clásicos de su disco anterior, sobretodo el “It`s never been like that” de 2006.

Hicieron un guiño a Sofía Coppola, y después de un mini break de 5 minutos, volvieron al escenario solamente el guitarrista y vocalista para tocar una versión acústica de Playground Love, para pasar por otro par de temas menos conocidos y, por ahí, por el cierre, ya tocaron 1901 de su último disco.

No tengo muy claro con cuál canción terminaron porque TENÍA que ir a ver a Empire of the Sun que tocaban a la misma hora. Llegué rápidamente a la otra esquina del Grant Park (dije que debe tener unas 6 cuadras de extensión, pero corriendo son unas 10), y ahí estaban, completamente disfrazados y con unas bailarinas sacadas de Panoramix (¿se acuerdan?) y atrás con unas proyecciones increíbles. El escenario escogido para esta banda fue Perry’s, que tiene la gracia de ser más pequeño y por lo mismo la conexión con la banda es mucho mayor. Para mi suerte, dejaron para el final su mayor hit, Walking on the sun, que está de pelos.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=yMJjF4LHOkY[/youtube]

Para la crónica final del Domingo quedan muy buenos shows, pero poca energía. De todas formas atentos a la última actualización.