Por Pablo Rosenzvaig

En estos tiempos donde toda imagen es una imagen de marca, da gusto ver que alguien se desmarque tan fácilmente no sólo de un nombre que tuvo que cambiarse (Manitoba por Caribou, porque alguien llamado Handsome Dick Manitoba lo demandó) sino también de una historia. El alterego de Daniel Snaith -que ahora es Caribou- no se complica con los cambios de nombre como tampoco con sumar o restar instrumentos a los que tiene en su cabeza. Si sus discos anteriores podían enmarcarse más en lo que podríamos llamar ambient o downtempo, no era por una cuestión de moda sino porque sonaba acorde con lo que quería crear. Y si pensamos que para la grabación de su último disco, escribió 600 canciones de las cuales sólo 9 lograron quedar el disco Swim, entonces podemos entender que estamos ante un músico que aunque tenga claro lo que hace, la claridad no es sinónimo de simpleza.

En todo caso todo esto es lo que uno podía pensar antes, porque una de las gracias de Caribou en vivo era asistir al presente de lo que uno en sus discos escuchaba ya hecho.

Estar de público el sábado en Industria Cultural fue presenciar no sólo el producto perfecto matemático de todos sus discos a la fecha, sino el proceso mismo de la elaboración.

Lo más hermoso de lo que sucedió el sábado, fue darme cuenta que no es casualidad lo de su Phd en matemática, porque lo que vimos fue un tipo de lo más lúcido sumando y restando capas y capas seguido por otros músicos también en estado de gracia.

Todos plasmando una electrónica algebraica que jugaba por momentos con la psicodelia estilo Stone Roses como también con las mejores cosas de Alex Gopher e incluso con Kraftwerk y OMD.

Y Snaith no dejó nada al azar aunque por momentos pareciera que jugaba un poco con estar al límite de la casualidad. Fue un director de orquesta que contenía un azar calculado. Cuando necesitó 2 baterías las usó, cuando necesitó 3 voces también. Cuando tuvo que ponerse más electrónico con Swim también lo hizo.

Fuimos testigos de alguien que usó todos los recursos a su alcance para desplegar en la pizarra todas las fórmulas que viene usando desde que era Manitoba.

El Sábado vimos a alguien que tenía todos los ases en la manga y no quiso escatimar con ninguno.

Se agradece profundamente tanta magia entre tanto idiota monosilábico del bmp, que sólo repite formulas gastadas.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=k0XmK4gQAqM[/youtube]