Texto por Francisco Campos
Fotos por Carlos Müller

Eran las 21:25 y el concierto programado para las 21:00 aun no empezaba.’  El público estaba impaciente y cada cierto rato hacía notar su molestia con enormes pifiaderas que hacían retumbar el Movistar Arena. Yo estaba nervioso, me preocupaba que el concierto se estuviese demorando por alguna cagada que se hubiese mandado Scott Weiland. Me pasé mil rollos y pensaba que quizás le había dado una sobredosis, que había tenido un drama con los pacos o que se había agarrado a combos’ con alguien de la producción. Mal que mal, el tipo tiene su historial y, aunque se diga que está rehabilitado, uno no puede dejar de tener un justificado temor en este tipo de situaciones.

Sin embargo, pasadas las 21:30 las luces se apagaron y el cuarteto compuesto por los hermanos DeLeo, Eric Kretz y liderado por Scott Weiland salió al escenario en medio de una’  ensordecedora mezcla de gritos y aplausos y, apenas pusieron un pie sobre el escenario, no se anduvieron con cagadas de perro flaco y partieron con todo.’  Nada de introducciones lateras’ ni agradecimientos zalameros.’  Sólo un’ protocolar saludo del vocalista hacia los asistentes y se largaron’  con «Crackerman»‘ seguida de’  «Wicked Garden» y «Vasoline», bastando solo tres canciones para echarse el público al bolsillo. Olvidaron la demora y cayeron rendidos de una ante el potente sonido de la banda, que sonaba como en sus mejores días.

La nostalgia noventera se apoderó del público con «Big Empty», y alcanzó su punto máximo con «Plush» e «Interstate Love Song», canciones que hicieron que a más de alguno se le cayera un lagrimón o se le apretara la cuchara recordando su adolescencia.’ Terminaron la primera tanda de canciones con «Sex Type Thing» y se fueron a un mercecido microdescanso’  para volver con «Dead and Bloated» y «Trippin’ On A Hole In A Paper Heart», canción que puso fin a uno de los mejores conciertos de este 2010, frase que aunque suene cliché, es muy cierta.

Puede que hayan faltado canciones como «Creep», «Big’ Bang Baby»,’ «Sour Girl» o la más reciente «Days of the Week» pero a esas alturas de la noche ya no importaba. Personalmente y, aunque tuve que esperar quince años’ para ver este concierto,’ me di por pagado.

Las más de quince mil personas que estuvimos esa noche en el Movistar Arena quedamos deslumbrados ante uno los esos grupos que uno creyó que jamás podría ver en vivo, pues son parte de un largo listado de bandas que alcanzaron su peak’ durante los noventas, una década en la que Chile no era un destino viable para dar un concierto, a menos que seas una megaestrella capaz de llenar el Estadio Nacional.’  Además, hay que recordar que los noventas fueron un tanto movidos y se cuentan con los dedos de la mano las bandas que pudieron salir airosos de la década de la Generación X y causar tal fervor en el público que salió más que agradecido por el concierto que habían presenciado.

Setlist

‘·’  Crackerman
‘·’  Wicked Garden
‘·’  Vasoline
‘·’  Heaven & Hot Rods
‘·’  Between The Lines
‘·’  Hickory Dichotomy
‘·’  Still Remains
‘·’  Cinnamon
‘·’  Big Empty
‘·’  Dancing Days’  (cover de Led Zeppelin )
‘·’  Silvergun Superman
‘·’  Plush
‘·’  Interstate Love Song
‘·’  Huckleberry Crumble
‘·’  Down
‘·’  Sex Type Thing

Encore:

‘·’  Dead & Bloated
‘·’  Trippin’ On A Hole In A Paper Heart