Por I. Molina

Esta es una película, casi en tiempo real, sobre un pobre tipo que está atrapado dentro de un ataúd, amordazado, atado, enterrado vivo, a quién sabe cuantos metros bajo tierra. Hay un actor (Ryan Reynolds) y una locación (el sarcófago) en pantalla. Bienvenido al infierno. Esto es peor que la pesadilla de los 33 mineros.

”’Todo comienza en un agujero negro con un personaje, Paul Conroy (Reynolds), del que no sabes nada. 90 minutos después lo sabes todo y has llevado un universo entero dentro”’. Carisma: Rodrigo Cortés, el director, y responsable de la cita anterior, logra que quieras acompañar a este condenado durante los 90 minutos que Buried se toma para desangrar.

Y tú quieres que lo saquen pronto de ahí.

O, quizás, que tu corazón deje de latir y así te salves de que estallé frente a la pantalla.

Cómo filma dentro del reducido cajón del diablo, con ángulos inhumanos que apuntan dentro de las fosas nasales de Reynolds; cómo coloca la luz usando la oscuridad como un silencio desesperante,‘ y como nos presenta la historia de Conroy, pasando por debajo de la mesa un mensaje que va sobre lo poco importante que somos para El Gran Hermano, siendo números borroneables del gobierno y su política exterior, pudiendo ellos tirar el polvo bajo la mesa sin que nadie lo encuentre,‘ son los elementos que elevan a Enterrado a la categoría de imperdible. Colocándola dentro de las 10 mejores películas de 2010.

””¿Nunca tuvo la tentación de airearse un ratito con algún flashback o con otro personaje? ””Le preguntaron a Cortés.

””La regla número uno que me impuse fue no salir nunca de la caja. ””Contestó.

Buried. España/Estados Unidos/Francia, 2010. 95′  minutos. 18 años. 4 de 5 estrellas.

[youtube width=»630″ height=»410″]http://www.youtube.com/watch?v=Nv-XKXtEdH0[/youtube]