
Will Russell, organizador del Lebowski Fest, no suele disfrazarse de vago, ni llevar una barba de náufrago, es un tipo corriente, un diseñador que carreteando con amigos dedicados al piercing se preguntó: “Si hay encuentros de trekkers y de fans de los tatoos cómo no va a haber un encuentro temático de seguidores de El Gran Lebowski?”, la película de 1998, dirigida por los Coen Bros en la que una especie de Compadre Moncho fanático del bowling es confundido con un millonario cuya esposa le debe dinero a la industria del porno.
El Festival Lebowski dedicado al film se celebra desde el año 2002 en Louisville, Kentucky pero hoy itinera por todo EE.UU. varias veces al año y cuenta con su versión inglesa llamada “The Dude abides”. Dura un fin de semana en el que cerca de mil personas carretean a lo compadre en la reunión temática que abre con la exhibición de la película. “En realidad todo mundo recita los parlamentos y esas frases célebres como “Over the line!”, “shut the fuck up, Donnie!” o “You know?, this aggression will not stand, man”, cuenta el anfitrión de la fiesta.
El resto del Lebowski Fest es una competencia donde hay buffet de bowling ilimitado, delirantes concursos de disfraces, un match de trivia con preguntas como “qué fecha tiene el cheque de 69 centavos con que Jeffrey Lebowski paga una caja de leche” o “Cómo se llama el personaje que hace la cantante Aimee Mann en la película?”, hay bar abierto de Ruso Blanco y cervezas baratas de raíz y zarzaparrilla además de muestras de show and tell para los coleccionistas de merchandising de la película.
Pero si los asistentes andan con suerte y El Gran Lebowski no tiene nada que hacer después de la siesta, se pueden encontrar con el mismísimo Dude cantando el tema central de la película, “The man in me” de Dylan como en el encuentro del 2007.
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“No, nunca he visto chilenos por acá o al menos no me han contado de eso”, dice Russell pero cuenta que le han dicho que los latinos tienen un especial gusto por la película por la llegada que tiene Jesús Quintana, el pederasta malhablado interpretado por John Turturro que es capaz de meterte una pistola por el culo y apretar el gatillo hasta que suene “click!”.
Niños de 4 años disfrazados de Quintana y mujeres de Lebowski son algunas de las postales inolvidables del encuentro, pero entre tanto loco piante, el hombre de la fiesta recuerda hitos que lo han dejado impresionado: “Se ve de todo por acá. Una vez llegó un muchacho con las cenizas cremadas de su tío asegurándonos que la última voluntad del tipo fallecido era participar en un concurso de disfraces en el Lebowski Fest. Este cabro metió las cenizas del tío en un tarro de Folgers coffee, entró al concurso de disfraces y se llevó el segundo puesto. Su tío en realidad”.
-Porqué crees que la película resiste el paso del tiempo entre tanta, tanta comedia?
Es difícil de decir, supongo que es por la caracterización de sus personajes y su contexto si te preguntas porqué la película convoca tanto a los hombres es porque no la has visto. Es un film tan, tan brillante que se vuelve más divertido cada vez que lo ves.
Para explicar porqué The Big Lebowski es la piedra fundacional del varón de los 00”’s, la gente del blog Madatoms lanzó su teoría propia sobre el porqué la categoría de icono de una película farsesca como ésta. Según la publicación, se supone que la aventura de cine negro de Jeffrey Lebowski satisface las pulsiones básicas encriptadas en el ADN de todo cromagnón: sexo, drogas, rock n”’ roll, violencia, apatía y un mantra personal, en este caso, una frase que se repite una y otra vez.
-Cómo crees que Jeffrey zafó de la recesion económica siendo un completo vago?
Bueno, The Dude es precisamente un desempleado y no creo que se viese afectado por la recesión. Considera que él solo quiere jugar bolos con sus amigos, beber una cerveza en su tina escuchando el canto de las ballenas y take it easy. Él no está atrapado en la carrera de ratas del progreso como el resto de nosotros.
-Todos tenemos un amigo como Walter, no?
Jaja, exacto. Yo tengo amigos como Walter Sobchak que son muy rigurosos con las normas en general, son como una espina en el culo, pero están ahí igual marcando presencia en todo momento. Está lleno de personas al borde de la línea fijándose en que los demás no la pisen.
Publicado por disorder.cl
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