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Cristóbal Bellolio, el hombre que quiere fusilar a Labbé (en las urnas)

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Votó por MEO y Piñera, se declara liberal, ama los acuerdos “transversales” y apoya al rector de la Adolfo Ibáñez en el tema de la educación. Y, claro, tiene entre ceja y ceja a Labbé.’ Acá preguntas y respuestas con el hombre que quiere cambiar la política desde la comuna de las ciclovías, el Liguria y los viejos fachos: Providencia.

Por Vadim Vidal D.

¿Crees que centrar tu campaña (o proto-campaña) en la figura de Labbé es una buena estrategia? ¿Lo tuyo es solo sacar a Labbé o tienes otros planes para la comuna?

– Interesante la diferencia que haces. Efectivamente no estamos ni cerca de la campaña. Cuando lleguemos a ella espero tener la mayor cantidad de ideas y propuestas para la comuna que no tengan relación con el personaje de Labbé. Pero no soy ingenuo y entiendo que parte de la fascinación mediática de estos días tiene que ver justamente con Labbé y el contraste que representa nuestra candidatura. Hay muchos que votarían por mí sólo por sacar a Labbé. Mi intención supera con creces esa ambición primaria. Es condición necesaria pero no suficiente.

Ya sabemos lo que opinas del pensamiento político de Labbé, ¿qué piensas de su labor edilicia?

– Creo que ha sido una buena labor. Se suele decir que se trata de una comuna con muchos recursos y que no hay mayores problemas en su administración, pero yo creo que hay mérito en la gestión de Labbé. No por nada lleva cuatro períodos a cargo del buque. La pregunta es si dicha labor edilicia puede ser superada por un nuevo equipo con ideas frescas que además tenga el plus de no atentar contra la igualdad de oportunidades -como lo trató de hacer Labbé en el caso de los alumnos no residentes en la comuna- y que esté 100 por ciento comprometida con el respeto a los derechos humanos.

Cuéntanos algunos planes, ya sabes que la elección de alcaldes es más de gobierno local que política.

– Daré a conocer los planes en su debido momento. Por ahora adelanto que trabajaré estrechamente con las uniones vecinales y comunales en materia de urbanismo, seguridad ciudadana y distribución adecuada de espacios residenciales, comerciales y recreacionales. Me encantaría transformar a Providencia en una de los lugares más apreciados por su calidad de vida a nivel sudamericano.

Rápido y sin Google: ¿Cuántos colegios municipales y particulares subvencionados hay en Providencia?

– Ya lo googlié hace meses, ¿o crees que uno nace sabiendo esto? Hoy tenemos 5 colegios municipales (Carmela, Liceo 7, Lastarria, Alessandri y Tajamar) además de otros 14 particulares subvencionados según tengo entendido.

Eres partidario del voto voluntario. ¿Crees que no tenderá a una «democracia cota mil» debido a que, se ha corroborado, en él participaría gente con mayor nivel educacional?

– Creo en la voluntariedad como expresión de libertad individual, es una cuestión de principios. El voto puede ser un deber cívico o moral, pero no veo suficientes razones para hacerlo además un deber jurídico. Para mí es una conquista histórica liberal y, como tal, es un derecho. Pero entiendo y respeto las razones de los partidarios del voto obligatorio. Aunque no todos están de acuerdo, estoy consciente de que la voluntariedad en muchos casos implica mayor participación relativa de los sectores más educados. Tenemos que buscar fórmulas para minimizar esa distorsión.

Foto por Álvaro Rivas

Votaste por ME-O en primera vuelta, ¿qué opinas de su casi desaparición de la agenda pública?

– Marco me representó en un minuto, y todavía sigue siendo atractivo políticamente para mí, pero entiendo que optó por representar mejor a la izquierda y que ya no está tan interesado en la transversalidad.

¿Te arrepientes de haber votado por Piñera en la segunda vuelta? ¿Qué opinas de su gobierno?

– Piñera me ha defraudado como a tantos otros. No hay nada muy novedoso en lo que puedo decir al respecto. Sí creo que no estamos viendo todavía los frutos de políticas públicas impulsadas por este gobierno, en parte porque esos resultados se verán después y en parte porque el grado de torpeza política ha sido inaudito.

Rápido y sin Google: ¿Cuánta gente vive en la comuna y cuántos votan en ella?

– ¿Crees que me habría aventurado en esto sin tener ese dato? El padrón es de 90 mil, aproximadamente. Votan poco menos de 70 mil. Labbé obtuvo 44 mil en la última elección. Con inscripción automática podríamos ensanchar el padrón hasta cerca de 105 a 110 mil ciudadanos.

¿Es la derecha liberal un lindo eufemismo en Chile?

– Es un anhelo justo y necesario. Su expresión hoy es muy minoritaria.

¿Dónde están los liberales? ¿En RN, el PPD, el PRO, en Expansiva, en Horizontal o en sus oficinas opinando un poco de contingencia pero no haciendo mucho por lograr cambios reales?

– Espero que lleguen a Red Liberal. Y que estén dispuestos a abandonar la comodidad y dar la pelea electoral por sus ideas.

¿Qué necesita Chile, más libertad o mayor regulación? ¿Más estado o más mercado?

– Menos Estado y más libertad donde las personas ya pueden ejercer su autonomía; más igualdad de oportunidades -lo que es impensable sin redistribución y regulación- donde no existe esa autonomía. Mejor Estado, mejor mercado.

Haces clases en la Adolfo Ibáñez, ¿compartes los planteamientos sobre educación del rector Andrés Benítez?

– En gran parte. Creo que se confundió en Tolerancia Cero y todos aprovecharon de subirse al carro para la capotera. Pero en el fondo apunta a algo muy cierto: la Confech y el Cruch constituyen un grupo de interés que representa sólo al 30 por ciento de los estudiantes de la educación superior, que en promedio no son ni los más pobres, ni los mejores alumnos, ni necesariamente con más años de acreditación que las privadas. La pregunta que hace Benítez es: ¿Por qué privilegiar a ese grupo en desmedro del resto? Y me parece una pregunta justa.

La última: ¿Por qué buscar tanto apoyo «transversal» para presentarse a alcalde? ¿No es un poco como lo que pasó con Inzulza padre; esperar que la piscina esté llena para tirarse? ¿No crees que deberías hacerla como MEO y lanzarte no más?

-Yo no volví a Chile con el proyecto de lanzarme a la política aquí y ahora. Tenía pensando seguir dedicado a la academia hasta las parlamentarias 2013. Pero cuando un grupo de vecinos te presenta razones poderosas, éticas, ideológicas y pragmáticas, uno tiene que tomárselo en serio y explorar si es una pelea que vale la pena. Yo creo que la vale. Y quiero que sea competitiva y no testimonial. Para eso se requiere candidato único y apoyo transversal. Si no quisiera ganar y quisiera sólo hacerme conocido, ya me habría tirado a la piscina sin importar qué haga el resto.

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