Por Cármen Roman / Fotos por Rosario Oddó
En medio del Parque O’Higgins, específicamente en La Cúpula y mientras armaban el escenario de lo que al otro día sería un escándalo de proporciones auspiciado por la SCD, cuando los asistentes al Día de la Música 2011 decidieron quemar todo, pelear con los carabineros y robar instrumentos, Yelle se presentó por 2da vez en Chile. Era un sábado tranquilo y todo comenzó igual, tranquilo. Los primeros en subir fueron los integrantes de la banda, quienes tocaron solos sobre el escenario hasta que entró la cantante francesa disfrazada de un ser peludo. Luego de dos minutos moviéndose, se lo saca y queda como Vilma Picapiedra, mientras gritaba «Avec moi» como 5 millones de veces.
Yelle no es primera vez que viene. el 2008 ya había tocado en el extinto club Kubix, ese que tenia muchos cubos de color rojo que si los mirabas te daba mareo. Yelle es una francesa muy flaca, impresionantemente joven (quizás más que el 2008), con demasiada energía y una gran sonrisa. Se veía que lo estaba pasando bien, casi que mejor que los asistentes a su segundo show en Chile.
Claro que con el paso de las canciones el público cambió y no faltaba mucho para que todos tarareen sus canciones dance en un francés de pacotilla. La gente se notaba muy entusiasta. Casi al final estaban bien prendidos y se notaba que habían ido especialmente a verla a ella, sin duda más que a Diegors, el DJ que tocó después.
Estuve un rato afuera y un viejo chicha se acercó a preguntarme que quién era la niña que tocaba, «¡hacía mucho tiempo que no veía una mujer tan activa y enérgica en el escenario!» nos decía. Parece que de verdad le gustó, claro que no tanto como a mi. Yo diría que fue un show justo, y para nada sorpresivo, aunque -es verdad- la chica se movía como si se fuera a acabar el mundo mañana.
Publicado por disorder.cl
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