Por Karim Laibe

Naciste, y te tocó un barrio de mierda. Tu viejo le repartía combos a quién se cruzara cuándo andaba con unos tragos extras. Tuviste que repartir diarios y botellas de leche pa”’ parar la olla, mientras tu hermano menor se dedicaba a robar bicicletas para comprarse unos pitos. Aprendiste tres acordes en la guitarra, y alucinabas tocando a medias cualquier canción de los Beatles o los Smiths. Te fuiste a la capital, para olvidar el olor de la vecina que te mostraba los calzones, pero no te pescaba por cejón. Por la cesantía y el azar te hiciste roadie de una banda. Te gustaba la cuestión de los flashes y las fiestas después de los conciertos.

Pasó el tiempo y te enteraste que tu hermano menor ”“ sí, el mismo pendejo desagradable ”“ tenía una banda, y decidiste que tenías que estar en ella. Empezaste a grabar un disco con canciones que ya tenías ensayadas. La gente te escuchaba. La chica de los calzones hacía fila por corear una de tus canciones, y el guitarrista de esa banda que tanto querías, te regaló una de sus violas. La vida te sonreía dentro de un Rolls Royce, y eso que no tenías licencia. No la necesitabas. Puteaste a tanto político, músico y futbolista cómo fuese posible. Estabas en la cima, y nunca te interesó bajar de ahí.

Te drogaste tanto que llegaste a decir que si hubiesen medallas por jalar tendrías un estante lleno. Las dejaste, y sin venderle a los canales de TV tu rehabilitación. Dijiste que eran la banda más grande del mundo, y que tus composiciones estaban a la par de las de Lennon o Davies y, aún así, seguías tocando esos mismos tres acordes que cuándo tenías una gaviota de vello en tu frente y tu vecina no te pescaba. Es probable que tu talento no sea el de los guitarristas eximios, ni de los letristas pretenciosos. Lo tuyo es no aparentar más de lo que eres. Con eso basta.

Que sirva de lección pa”’ la manga de hueones.

Las tripas y el babero que dejé antes eran para Noel Gallagher, y es qué el cejón viene al Caupolicán a presentar su “Noel Gallagher”’s High Flying Birds” y no podía saltarme la ocasión de sincerar nuestra relación.

El setlist que trae es un camioncito de sorpresas: Nos presenta casi la totalidad del disco solista: “Everybody”’s On The Run”, “Dream On”, “The Death Of You And Me”, “A.K.A”¦ Broken Arrow” y la pegajosa “A.K.A”¦ What A Life” amenizan la’  jornada para la fanaticada. Sin embargo, si ud no le ha dado oportunidad al disco de Noel, y sólo tiene como referencia las canciones de Oasis, también recibe recompensa, y es que se toma el tiempo de tocar un picadito de hits de la banda, entre ellas “Supersonic” ”“ en una versión acústica digna de presenciar”“ “Talk Tonight”, “It”’s Good To Be Free” y “Whatever”, cosa que también pueda sacar su encendedor y corear alguna de esas.

13 de Mayo, Caupolicán. Noel Gallagher y un puñado de gente que podría ser tal cómo él.

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