Por Ignacio Molina

En Rápidos y Furiosos 6, Letty (Michelle Rodríguez) regresa convertida en una implacable delincuente. Así es: no estaba muerta sino que militando en el equipo del despiadado Shaw (Luke Evans), un ex miembro de fuerzas especiales estadounidenses que ha encontrado mejor vivir haciéndolas de mente maestra en una mafia internacional de conductores de naves a todo gas. El agente Luke Hobbs (Dwayne ‘La Roca’ Johnson) informa de este incidente al rey del tuneo, Dominic Toretto (Vin Diesel), obligándolo, de cierto modo, a capturar a Shaw y, de paso, conseguir de vuelta a Letty en su equipo. Brian O’Conner (Paul Walker) también (obvio) será obligado a participar: él sigue siendo el jovencito de la historia. Si la misión resulta exitosa, por cierto, los expedientes criminales de todo el team de Toretto serán borrados.

Esta es la excusa, entonces, que el taiwanés Justin Li (director desde ‘Reto Tokio’) ha esbozado para despachar un nuevo capítulo en esta saga de carros imposibles. Hasta la fecha se trata de la película más vista del 2013 y el estreno más exitoso de estudios Universal. Sin detenerse en el guión (sí: actualmente es posible decir algo así en una reseña), la verdad es que la cinta funciona adecuadamente —no es Point Break, claro está— dentro del género de acción, más bien dentro del subgénero de autitos de carrera. Acá todo vale: cada escena de coches va eclipsando a la anterior. De este modo se deslizan persecuciones y corridas inverosímiles en compañía de tanques y aviones, entre medio de otras, de diálogos, que sirven para bajar un par de cambios y de paso arrojar guiños y chistes a los personajes y sucesos característicos de esta, podría decirse, ya van seis, franquicia.

Es una película que da lo que promete: adrenalina. Con un par de momentos que hacen cuestionarte un par de contenidos que aprendiste en las clases de Física del colegio, como también tu propia capacidad de sorpresa (la mayor parte del tiempo estás diciéndote: ¿En serio? ¡Shaaaa!). Y con un par de momentos, también, que serán reciclados —a modo de tributo— en unos años más, en una décima o vigésima versión (el rodaje de la séptima comienza en julio de 2014).

A destacar, como es costumbre, las naves (BMW M5s, BMW E60 M5s, Dodge Daytona) y las bellacas (Elsa Pataky, Gina Carano, Gal Gadot, Michelle Rodriguez), dejando honores especiales, ¿por qué no?, para la canción de The Crystal Method que suena en esa escena arquetipo que ya conocemos de memoria. El resto: da lo mismo.

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