Por Cha Giadach
Verlos en vivo es una deuda con nosotros mismos. Ellos no tienen ninguna deuda que saldar con nosotros. Llevamos bastantes años escuchándolos en la radio. Sí, en esas mismas antiguas estaciones de la frecuencia modulada, que ya no son las mismas (pero que siguen manteniendo sus respectivos nombres). Una maquina de hits tras hits que nos han hecho sacudir la cabeza, para algunos desde la tierna época escolar.
Una deuda con el uniforme recién lavado y rescatado de años anteriores, listo para un primer día de clases en Marzo. Una deuda con el universitario tratando que no salte el Discman a bordo de una micro amarilla. Una deuda a las vacaciones simples, de verano, bajo el sol, sin teléfonos inteligentes ni fotos que subir desesperadamente a redes sociales.
La recién llegada masividad del CD, el cassette que iba en caída pero que aun se adquiría y se admiraba en esas vitrinas de madera pegadas en la pared de tu disquería favorita, e incluso en las entradas de los supermercados. Ahí estaba Blur, pegándole una cachetada a los brutos de Oasis. Demostrando que la clase media inglesa no es muy diferente a la nuestra. Música para comer pan con palta en la tarde evitando hacer las tareas, música para bailar unas horas más junto a tus amigos. Los primeros besos a esas niñas que ahora ni siquiera sabes si están vivas. Esa constante sensación de tratar de ser un poco británicos ¿Por qué? No sabemos. Podemos echarle la culpa a la música. A Madness, a The Smiths/Morrissey, a Pulp, a los Joy Division, a los Happy Mondays y a un infinito etcétera. Incluso le podemos echar la culpa a Pinochet tirándole besitos a la dama de hierro. Siempre hemos querido ser británicos. Con música y todo. Y con eso llegó Blur. Tomando té luego de una pelea a muerte mientras jugabas en la calle con tus supuestos amigos de barrio.
Pero lo que se acaba de leer son sólo palabras, opiniones que para muchos no deben ser validas. La música uno la toma como quiere, cuando quiere. Como giles diciendo que Lou Reed no es rockero y cosas por el estilo. Pero hablemos de Blur.
Los mosqueteros de Londres
Pendejos obsesionados con hacer éxitos. Obsesión que se convirtió en costumbre. Costumbre que se convirtió en peleas. Porque es fácil imaginarse a Coxon y a Albarn tirándose de las mechas como un par de nenas. Desde “She’s So High” (1990):
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=zxFOaoJuP5E[/youtube]
Hasta “Under the Westway” (2012):
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=c1Uw1uD6lXs[/youtube]
Más de 20 años de una lucha constante por la perfección musical. Una tradición casi japonesa de tratar de siempre ser los mejores, teniendo bien en claro que es imposible. Se han metido en la balada, en la canción corta casi garage como para destruir cuartos de hotel, en formulas muy ensayadas para crear la fiesta en una disco perfecta, en todo, en absolutamente todo. Y a pesar de la variedad sonora, que en cualquier banda puede sonar confusa, los Blur siguen sonando como Blur.
¿Se han dado cuenta que vamos a ver una reunión? Es un sentimiento raro. Es difícil pensar que en algún momento Blur ya no era Blur, y que estaban repartidos en cada uno de sus proyectos. La genialidad musical, o no si quieren, los mandó a otros lados. Y a pesar que las reuniones están de moda hace rato, reuniones que algunas veces son muy criticadas, la de Blur no lo fue. ¿Por qué? No importa. Un Hyde Park lleno hasta las puertas de la maldita reina Isabel es la mejor explicación. Tal vez estos cabros no importan mucho. Pero sus canciones hacen notar, hasta a los gringos no muy amantes de los británico, que al fin un montón de idiotas hicieron música para crear emociones. Felicidad, tristeza, ansiedad, de todo. No importa cuanto dinero se gaste en entradas. La plata vuelve después, de alguna manera.
¿Qué vamos a escuchar y ver en Chile? Su pasada por Lima, Buenos Aires y Montevideo confirman que va a ser un tsunami de llanto, danza, saltos, coros, cabras gritando hasta quedar sin voz y más de algún hombre aprovechándose de la situación. No pretendemos arruinarles la sorpresa, pero aquí tienen el setlist de lo que fue el Quilmes Rock en Argentina el 2 de noviembre. Estén preparados para lo mejor de lo mejor.
Setlist Blur Quilmes Rock 2013
Girls & Boys
Popscene
There’s No Other Way
Beetlebum
Out of Time
Trimm Trabb
Caramel
Coffee & TV
Tender
To the End
Country House
Parklife
End of a Century
This Is a Low
Encore
Under the Westway
For Tomorrow
The Universal
Song 2
Suponemos que después de ver esta lista ya debes estar meditando, analizando la situación, ya debes planeado con quien ir, o tal vez vas a ir completamente solo para absorber toda esa mescolanza de sexo mental que nos llegará a todos el 7 de noviembre.
Blur es un concepto obvio, mamón, lisérgico sin ser psicodelia, enamoradizo y odiable al mismo tiempo. El fin de una era y el comienzo de otra. ¿Transición? No sabemos. Pero tenemos muy en claro que nos sentiremos unos imbéciles de por vida si nos los perdemos.
Y por todo eso y mucho más nos gustan.
Nos vemos en la Pista Atlética.
Publicado por disorder.cl
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