Nos tomó una semana recuperar el cuerpo, con borrachera-emo navideña entremedio, para poder hablar de lo que fue la primera versión del Bellastock Chile, por allá arriba en Farellones camino a Valle Nevado. Sí, era lejos. Y sí, ese sector puede ser sinónimo de carretes zorrones llenos de tecno e idiotas hablando de rugby y cabras hablando de cómo se agarran a los mismos idiotas que hablan de rugby, pero esto no fue así.
El sábado 21 y el domingo 22 de diciembre la montaña fue la protagonista de un festival reciclable. El medioambiente era el actor principal con una ciudad entera hecha de botellas de plástico. Música, por donde pasaron algunos nombres clave de la escena independiente nacional, los eternos “artistas emergentes” como les gusta llamar a algunos. Los disueltos pero reconciliados Dënver, la actitud de The Ganjas, los muy apto para las alturas de Prehistöricos, lo pulcro y armonioso de Matorral, el pop emocional de Survey Team, los entusiastas Fármacos que llevan a universos paralelos, con un cierre potente de los Suicides Bitches con fogata de fondo y gente sacudiendo la cabeza hasta moler el cerebro. Esas fueron las bandas del primer día. Las que dejaron a todo el mundo exhausto pero feliz, tan feliz que siguieron bailando hasta avanzada la madrugada al ritmo de varios DJs (como él que escribe esto, pero no soy Dj, yo sólo pongo música que me gusta).
La segunda jornada, la que incluyó un espectáculo de zombies gratis, ya que todos estábamos destruidos de la noche anterior, comenzó ”“en términos musicales claro- con los Ganjas en el escenario a las 10 de la mañana, lo cual según nosotros es una muy buena forma de despertarse a robarle desayuno a los vecinos de carpa. Gente haciendo Yoga y empapándose en agua del camión cisterna. Luego el gran Goli Gaete, el mismo de los míticos Tsunamis, mostrando todo lo que es su interesante trabajo solista. Para seguir con la distorsión linda de Nueva Costa, luego el viaje por el espacio que entrega a los oídos Cóndor Jet, pasando por el desenfreno docto de Miss Garrison y luego la psicodelia casi peruana mezclada con rock de los cabros de Watchout!‘ y la psicodelia citadina, que a veces se va pal norte, de Protistas. Todo para sellar una jornada perfecta, de completa entrega musical nacional con Intimate Stranger. ‘
Para ser la primera versión de un festival netamente independiente y sin nada de fines de lucro estuvo perfecto. Siempre hay problemas de toda clase, pero la gente se adapta a todo. Cuando las ganas de pasarlo bien existen los problemas son menores y a veces inexistentes. Se notó el esfuerzo de un montón de gente, de cabros chicos como uno que hicieron lo posible para que todo funcionará a la perfección. Habían hamburguesas gratis para los hambrientos, sólo había que pagar con sonrisas (es un hecho hasta yo sonreí para que me dieran una). Vodka a borbotones, porque una marca repartió tickets para poder tomarse un trago y en un momento estábamos todos borrachos, la mayoría volados, viendo las estrellas que en esas alturas se ven mucho mejor. Podíamos contar los satélites y hacer competencias por quien cachaba más constelaciones. Se habló de extraterrestres, de cóndores gigantes, de argentinos que vendrían a saquear el campamento. Dos días para compartir con amigos, con gente desconocida que compartían papelillos y bailaban por bailar. Llámenlos hippies si quieren, pero era gente que lo estaba pasando bien. Y al final todo se debería tratar de eso: Pasarlo bien.
Te dejamos con algunas fotos de ambas jornadas.’
Publicado por Cha Giadach
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