En México no todo es narcotráfico, pero la violencia y los asesinatos están por todo el país. Portadas de diario, como las de Metro, o sitios como el Blog del Narco te recuerdan que en el norte, en los estados de Sinaloa, Durango o Michoacán algo muy malo esta sucediendo todo el día, todos los días.

En Ciudad de México la cosa es diferente. Se respira normalidad en las caóticas calles, hay una buena cuota de turismo y da la impresión que el país continua su cauce normal. Las portadas de diario no alcanzan a molestar a los habitantes del D.F. Están ahí, la sangre y la guerra existen, pero es como ver Rotten.com: nada te salpica.

El recién asumido gobierno de Enrique Peña Nieto ha hecho poco, o al menos se ha visto poco. La policía sigue siendo abierta y reconocidamente corrupta. Palabras como «narcopolítico» son normales, y en algunas ciudades se han formado barricadas de autodefensa para hacerle peso a los narcos que azotan zonas campesinas cobrando protección y otros favores a la fuerza.

La semana pasada cayó en Holanda un sicario conocido como el Chino Ántrax del Cartel de Sinaloa. Hay películas y narcocorridos basados en su vida y fechorías, pero también una cuenta personal en Instagram, donde se hacia llamar jamesbond5_7 y aparecía con la cara tapada.

[N. del E.: La cuenta en Instagram fue borrada, pero pueden revisar fotos en el artículo de Vice México o ver la que abre este post]

También existe ua cuenta en Twitter, su biografía dice, textual:

«comandante ántrax gente nueva el oriental el R el mas solicitado escarface sinaloense,fanatico alas armas al 100 con los zambada estas conmigo o estas con dios.
en el infierno los miro«.

Pese a que esta preso y con petición de extradición desde Estados Unidos, un vistazo por el imaginario que el Chino Ántrax quiso crear en línea da cuenta de sus gustos y, lo más llamativo de todo, sus viajes por el mundo. Tiene una foto colado junto a Paris Hilton y otra frente a un gran escenario en Ibiza.

Nada muy distinto a lo que quiere cualquier millennial. Sin los asesinatos, claro.