
Por Flavia A.
Nunca hay mucho tiempo para preocuparse de los quehaceres domésticos. Lavar, ordenar y sobretodo cocinar, son tareas titánicas. Los pequeños locales de comida al paso se han convertido en mis mejores amigos.
Buffalo Waffles supo ganarse mi corazón. Esta en calle Merced 315 y su especialidad son esas increíbles masas gringas con forma de rejilla. Eso sí, no esperen encontrarse con la versión redonda y tradicional de los Waffles; aquí los venden enrollados en forma de fajita y con diferentes rellenos. Tienen uno dulce, con nutella, manjar, plátano, frutilla y crema. Entre los salados se pueden probar algunos sanos, con diversas verduras, u otros más cochinillos, como el que trae panceta y doble queso. Las variedades oficiales disponibles son: cheddar, old turkey, pastrami, vegetariano y serrano, además del Strawberry Fields (super dulce), aunque si no te gusta algo se lo puedes sacar.
Todos los Waffles son crujientes y sus acompañamientos frescos porque son preparados en el momento, con abundantes y sabrosos ingredientes. Sin embargo son algo incómodos de comer, ya que no existen mesas donde sentarse y su formato de cono envuelto en papel café y servilleta intentará perjudicar tus poleras más blancas.
Comer con las manos y no mancharse es siempre es un desafío, pero aquí definitivamente vale la pena intentarlo. Mi recomendación: vístase de negro y vaya.
Publicado por disorder.cl
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