Por Florencia Astaburuaga. Fotos y videos por “Perno”. (Facebook / Youtube)

Cada concierto tiene su repercusión interna. De algunos sales con una sed tremenda, con el cuerpo activo y la cabeza despejada. De otros sales en silencio, con la cara derretida y los sentimientos más arraigados al fondo del cajón encima de la mesa. De unos te olvidas rápidamente, de otros sales con los oídos tapados hasta nuevo aviso (y resultan ser inolvidables por lo mismo). De éste salimos los dos tranquilos, sudados y con sonrisa en la cara. Nos fuimos por un costado del edificio y nos sentamos en el acto universal de la cuneta. Pasó el brother en bici. Chela a mil quinientos, y ya que en providencia nos tienen prohibido alimentar nuestra alma nocturna, la compramos. Unos sorbos y pasó de vuelta. Cabros vienen los pacos. Y nos fuimos caminando a casa, lento pero seguro, nadie nos apuraba.

Al concierto llegamos tarde, había sido un largo día. Intimage Stranger estaba finalizando, y nosotros afuera buscando caras conocidas, cigarros sueltos. Entramos y el Teatro Italia contenía a todos los cuerpos en un galpón sin ventilación. Un sinfín de poleras negras. Mientras nos acercábamos al escenario nos hundíamos más en el sudor ajeno. Mi cabeza hacía una lista inconsciente de alimentos ingeridos por el público, desde la empanada clásica de la tía en la esquina hasta pebres fuertes y pailas marinas. Nos instalamos en la frontera, entre los calmados observadores y las efervescentes poleras oscuras.

Salió la banda The Light, comenzarón a tocar. Desde la frontera hasta el escenario todos saltaban, salió Peter Hook y quedé impresionada. Un metro ochenta, caja toráxica de marinero y sus 58 años escondidos no sé donde cresta. Yo había escuchado anécdotas sobre el último concierto en donde había pateado cámaras y puteado a un espectador por estar conversando en medio de una canción, por lo tanto esperé que saliera con su ceño fruncido y algunas chuchadas, como: “This place is a fucking sauna”, pero nada, sus gestos integraban al público, interpelaba apuntando con su dedo, y dedicaba frases a mujeres encandiladas por su hombría.

El concierto se podría dividir en tres partes. La primera dedicada a New Order, que para nosotros, los jóvenes que creemos ser de una época oscura que nunca existió, que estamos, tal como en el concierto, en la frontera. Que apagamos las luces, prendemos los cigarrillos y abrimos Youtube para escuchar discos de otros años, lejanos a nuestro nacimiento. Bueno, para nuestra extirpe New Order sería lo que NO deja tranquilo a Ian Curtis en la tumba. Pero para los demás, temas como Subculture, que remonta a noches de locura en la disco, causaron saltos, bailes, abrazos y suspiros. Primera parte finalizada y yo con más hambre que con la que llegué.

Luego de un receso que se adornaba con una selección de canciones de Krafwerk volvieron a escena para ¡Al fin! comenzar con el tributo a Joy Division. Al finalizar tomaron sus botellas de agua, conversaron entre ellos y bajaron de escena. Yo estaba consternada, faltaba lo mejor aún, empecé a perder de a poco el control. Alegué en voz alta, empecé a aplaudir aunque no sabía si se seguía haciendo eso en los conciertos y silbaba como me enseñaron en mi barrio de infancia. Un chico se me acercó y me dijo: “Hey tranquila, le quedan aún éstas canciones.” Y me mostró su celular y en él la página de Facebook del concierto en Argentina en dónde se enumeraban las canciones que había tocado y los tiempos aproximados de cada receso. Se lo agradecí pero lo encontré sumamente histérico de su parte. Yo seguí quejándome. Eso hace el público: celebra, se mueve, se queja, ensucia el medio ambiente y se va.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=QtSTPY3lJb8[/youtube] Y la tercera, y bajo mi punto de vista, la más significativa se inicia con “Disorder”. En la frontera los Poleras Negras apelmazados, sudados y dispuestos a cantar en voz alta con el inglés más tosco, ese que balbucea cualquier cosa similar fonéticamente a la frase en sí. Y al otro lado los observadores abstraídos moviendo sus cuerpos como mareas, de un lado a otro, invocando a fantasmas y a momentos pasados. El concierto termina. El hijo de Peter Hook seguía en el escenario, tomó una baqueta y la tiró lejos, le dió dos uñetas a un huevón que después con el pecho hinchado fue a saludar a sus amigos, a decirle “Mira Huevón, mira lo que tengo, estoy a un paso de la fama.” Alguien del escenario -dejémoslo en un sonidista- tiró una polera, no me imagino bien de qué era, pero claro era para el club de Poleras Negras y dos tipos la tomaron, uno de cada lado, y empezaron, como los perros cuando disputan por la perra en celos, a dar vueltas tironeándola, tratando de ganar la batalla. Nosotros saludamos a unos amigos, conversamos un poco de la vida, y ellos seguían en posición de ataque. Era hora de salir. Los fumadores corrieron a la salida, los alcohólicos olisqueaban donde comprar cerveza en una comuna en “toque de queda”, algunos se quedaron a una fiesta en el mismo Teatro Italia, otros la hicieron en sus casas o en cualquier casa en el camino.

Y volviendo a lo primero. Todos los conciertos dejan distintos estigmas en su público, En nosotros han sido tres días de tararear en la casa “I Remember Nothing” y “No Love Lost”, de cocinar con el disco Sustance grabado por New order con una selección cacera de canciones de Joy Division y comentar de vez en cuando de lo guapo y cercano de Peter Hook. Él lo define como un abuelito en buen estado haciendo su gracia a los nietos y yo como a un marinero en su barco con su prole a cuestas mostrando las garras que tiene a sus adversarios.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=LGe6VlKysO8[/youtube]

Setlist Peter Hook & The Light, Teatro Italia (25/10/2014)
Murder (New Order)
Thieves Like Us (New Order)
Subculture (New Order)
Sooner Than You Think (New Order)
Way of Life (New Order)
Angel Dust (New Order)
The Perfect Kiss (New Order)
Exercise One (Joy Division)
No Love Lost (Joy Division)
Digital (Joy Division)
Atrocity Exhibition (Joy Division)
Isolation (Joy Division)
Passover (Joy Division)
Colony (Joy Division)
A Means to an End (Joy Division)
Heart and Soul (Joy Division)
Twenty Four Hours (Joy Division)
The Eternal (Joy Division)
Decades (Joy Division)
Disorder (Joy Division)
Day of the Lords (Joy Division)
Candidate (Joy Division)
Insight (Joy Division)
New Dawn Fades (Joy Division)
She’s Lost Control (Joy Division)
Shadowplay (Joy Division)
Wilderness (Joy Division)
Interzone (Joy Division)
I Remember Nothing (Joy Division)
Encore
Atmosphere (Joy Division song)
Ceremony (New Order)
Transmission (Joy Division)
Love Will Tear Us Apart (Joy Division)