Por Simona

No sé hasta cuando va a ser mal visto carretear, no entiendo porque la gente ve con tanto recelo a los que nos gusta salir y pasarlo bien. A propósito de la nueva ley en Providencia y otras experiencias me dicen que lo que falta en Chile es aprender a carretear de manera más adecuada. Claro con el golpe y los toques de queda la gente olvidó pasarlo bien, y fueron heredándose generación tras generación una serie de miedos y malos hábitos.

Desde los albores de la humanidad las personas se han reunido para celebrar diferentes fenómenos: una muerte, una buena cacería, la cosecha, haber dado una vuelta al sol, la lluvia, los vientos, etc. Da lo mismo qué, siempre hemos necesitado entregarnos al trance del baile y recibir la energía de todos los de la tribu. La incultura heredada de las prohibiciones ha llevado a que la gente sepa cada vez menos carretear, y eso es lo que veo que sucede en Chile. Esa ansiedad que tienen todos por carretear el viernes, darse la pala y tomar hasta morir, sucede principalmente porque no toman todos los días, no carretean todos los días, si lo hicieran así, les aseguro que, como me pasa a mi, el viernes ya no querrían carretear tanto ni hacerse pedazos tomando y haciendo todas las cosas estúpidas que hacen.

Un taxista me lo explicó bien, es mejor tener todos los vicios, así uno no le dedica mucho tiempo a ninguno, y no eres adicto a nada, de todo un poco y ya está. Lo mismo con la fiesta.

Si la gente pudiera entender lo importante que es, y lo bueno que es salir a carretear, tendrían más respeto por nosotros. De que otra manera puedes ponerte en contacto con tanta gente que no conoces, bailar y pasar un buen momento en que nada es importante. Cuando carreteas el de donde vienes o a donde vas da lo mismo, están todos reunidos en un mismo lugar, bajo la misma contienda: Pasarlo bien.

Bailar es lo más tribal animal arcaico que tenemos, es el lenguaje universal, la única instancia que nos queda en que somos todos nada más que animales que sentimos un ritmo y lo seguimos sin pensar, solo sintiendo y entregándonos a los que nos marca el maestro de ceremonia o DJ. Cuando todos toman eme y se siente una verdadera conexión entre todos los participantes es hermoso. En verdad es súper hippie lo que estoy diciendo, pero qué más da, lo mas seguro es que en diez años más viva en la montaña y no coma carne.

Pero lo importante es que debemos aprender y darnos cuenta de que salir a carretear no es una wea, es una wea si estay como en el capitulo anterior, sentado tomando piscola pero la noche ofrece mucho más de lo que nosotros creemos y las ceremonias debemos tomarlas con un poco más de respeto.

Lo único que nos queda es bailar, es drogarnos y bailar, y eso nadie nunca nos va a poder quitar porque somos humanos, animales antes que cualquier profesión penca que tengas. Y si no le brindas culto a la alegría de estar vivo, si no dejas que tu alma se conecte con otras miles, si no logras hacer eso, entonces… no sé, compra drogas e inténtalo porque es una de las situaciones que se puede sentir el aquí y el ahora.

Es necesario educar a las personas para que salgan de carrete dede manera responsable, nos damos cuenta que adefesios como Josefina Errazuriz, sólo promueven la ignorancia, y la angustia de la prohibición solo lleva a que antes de las once de la noche todos estén borrachos en alcohol, droga legal por excelencia porque no te permite ni pensar ni acordarte que hiciste.

Vivan las drogas, viva la ilegalidad.