Todos sabemos cómo fueron los Carabineros en década negras de la historia de Chile, pero ¿Cómo son ahora?

Si hay algo que le gusta a los pacos de hoy es la tecnología. Es cosa de mirarlos en la calle: son adictos al smartphone. Tan adictos que la cámara de sus preciados teléfonos es algo que utilizan con bastante naturalidad. En un triste caso del 2010 un Carabinero perdió su celular y junto a el los videos que grabó abusando de Juan Berrios, un pastabasero de La Legua que solía pedir plata en la calle. El Teniente Reinaldo Soto (que fue dado de baja y al que llamaban «el paco reggaetonero» en la población) era dueño del teléfono que llegó a las manos de un periodista de Canal 13:

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=iMZdB4j0X5U[/youtube]

Existen también otros ejemplos donde una grabación fue usada como «medio de prueba». O cuando una selfie (que más moderno que una selfie) dejó en evidencia que las ideas de algunos carabineros dentro de las institución son bastante retrogradas y racistas.

Hace poco supimos que la adicción de los Carabineros por la tecnología ha llegado a Tinder, la aplicación para buscar citas. Un sitio en Tumblr muestra a una docena de pacos poniendo cara de galán. Algunos, como Reinaldo, hasta aparecen con sus queridas armas de guerra.

Pero no hay nada mas infalible para tener sexo libre y sin remordimientos que el mensaje de Nero: «Edejado de ser el angel ke era…por aver cometido el mas hermoso pecado..el averte amado sin limites».

Aunque si lo pensamos ¿Qué es mejor? ¿La risa de Francisco?

¿O el caracho del General Inspector José Ortega Hernández?

Lo bueno de tener pacos en Tinder es que te das cuenta que son como todos. Detrás del armamento militar que utilizan en la Araucanía, detrás de las lumas, las lacrimógenas, los guanacos y los perros hay un pendejo fértil con ganas de entregar no solo golpes, también amor.

Sería bueno que este interés por el sexo opuesto llegue al alto mando de Carabineros: en la foto institucional del 2013 se ve que el grupo está compuesto por 32 hombres y sólo dos mujeres. Adivinen en que departamentos están:  Protección de la Familia y Salud y Sanidad. Obvio.

Los teléfonos inteligentes les parecen bien, pero les falta mucho a la hora de reflejar el papel que tiene la mujer en una sociedad moderna. Entre otras cosas, claro.