Por’ Christian San Martín

Odio a veces, y harto, odio la queja y el chiste fácil, el cabro, o peor, el viejo que se las sabe todas y habla más de lo que hace. Soy de Concepción y parece que nacer acá, automáticamente hace a un ser frustrado, lo que haces en Conce deberías estar haciéndolo en Santiago, porque de no ser así, nada pasa, sobretodo en la música.

Es innegable que Santiago es una máquina que va revolucionando diferente, que sí, las bandas tienen circuitos grandes, y claro, el espectro y escala de la escena es mucho más extenso, pero quiero apuntar al que se queja y no hace, al que se quedó amurrado y pateó la perra toda su vida porque era de Conce y no hizo nada.

Quiero hablar de esto porque hace poco escuchando listas sugeridas, di con Silly Rave, productor penquista de -chiptune- que tiene un EP y un par de mixtapes selectos que escucho bastante, todos estos lanzados en México, bajo el sello 56kbps (Mex).

Entonces me encuentro que dentro de todo el quejido aparecen quizás cabezas que no se están quedando y piensan distinto, proyectando uno o un par de pasos más allá, que ven en el escenario centralizado oportunidades más que desamores y se aventuran.

Variados son los géneros que acá buscan ser escuchados, algunos más consumidos que otros, pero ahora, todo o casi todo es lograble y de manera muy fiel, ya hay estudios de grabación y uno que otro manager chanta, entonces, la ciudad está aproximándose a tener casi todo.

Somos “la cuna del rock”, el rockero de antaño tenía que ir a grabar sus primeros guitarreos a Santiago, ahora no. De ninguna manera digo que las bandas graben en su casa, cosa que en todo caso la podi hacer y hasta con el micrófono que venia de regalo con la webcam que compraste cuando pendejo, pero a lo que voy, es que en Conce, ya se puede hacer todo lo que hace 15 años era imposible.

Silly Rave es para mi cabeza pensante, y fiel embajador de lo que yo creo como la muerte de este cliché. Ir más allá del lateado y ponerle ojo a lo local y también global, para que la música sea escuchada desde acá hay que destrabarse.

Así cuando el penquista en general, no solo músico, deje de ver a Concepción como impedimento, si no que como una oportunidad para que nuevas cosas ocurran, ya se habrá fundado la nueva capital.

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