Por’ Diego Calderón.

Y para qué vamos a poner más preemergencia, si con la contaminación los tenemos a todos tociendo.
Y para qué vamos a eliminar los transgénicos, si con ellos aumentan los tumores.
Y para qué vamos a poner más camillas en los hospitales, si así compran más jarabes.
Y para qué vamos a prohibir la comida chatarra, si así tenemos más hipertensos.
Y para qué vamos a transmitir noticias felices, si así los volvemos depresivos.
Y para qué vamos a subir las jubilaciones, si así mantenemos a los viejitos endeudados.
Y para qué vamos a dejar de comer basura, si así las cifras de diabétes infantil van a dejar de subir.
Y para qué vamos a actuar como humanos, si así no ganamos nada.

La situación es curiosa, por decirlo de alguna manera.
Porque una cosa es que los más adinerados puedan acceder a salud con tecnología de punta y que los más pobres deban esperar meses por una camilla.
Una cosa es que unos puedan acceder a medicamentos sin efectos secundarios y otros puedan acceder a medicamentos que quitan el resfrío, pero dan diarrea.
Una cosa es que en nuestro sistema de salud, el dinero signifique vida y la pobreza signifique muerte, y otra cosa muy distinta es transformar las farmacias en malls de la salud. No les bastó con la colusión de precios a los muy hijos de puta.
Resulta que los señores gerentes de la industria de la salud, hoy pueden disfrutar de los intereses que le cobran a la ciudadanía, cual banco.

¿Aún no me entiende?

Les presento la maravillosa tarjeta de crédito salcobrand. Diseñada especialmente para los abuelitos que ven insuficiente su pensión a la hora de comprar sus remedios, o para familias que sumergidas en los quintiles más pobres de la sociedad, deben seguir comprando productos para su bebé. O incluso para enfermos terminales que ya lo gastaron todo. La lista es infinita, la compasión es enorme, la bondad admirable. Y como somos realmente buenos, puede pedir su avance en efectivo, pagar en servipag.cl o incluso comprar en algunos comercios adheridos. Como si estuviéramos hablando de cualquier otra cosa material. Para no creerlo.
Este es Chile, chilito lindo, una verdadera burla al ser humano.

Bueno, les dejo un tema de antaño”¦ como cuando las aspirinas eran baratas.
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