Por Catalina González P.

¿Cachai eso de que si algo puede salir mal, va a salir mal? Eso. Hay días en que algo se desencaja en alguna matrix y todo lo que te rodea se empieza a transformar en una bola de nieve que corre persiguiendo a tu sombra, cada vez más cerquita de aplastarte. En un espiral de situaciones que la llevan a algo más o menos así, extraño y nublado (piensen en ese invierno del 2011-2012, protestas estudiantiles de fondo), está a punto de meterse Olivia, la protagonista de “No soy Lorena”, la ópera prima de Isidora Marras.

Olivia (Loreto Aravena) es una actriz que está siendo dirigida en una obra por su ex, está siendo joteada por su compañero protagonista, está siendo lentamente olvidada por su mamá y el alzheimer (Paulina García por-la-chita-que-seca), y está siendo acosada telefónicamente por deudas que no son de ella, son de una tal “Lorena Ruiz”. ¿A quién no lo han llamado, e insisten, insisiten, insisiten, uno contesta y estaban equivocados? Es eso, pero al extremo. Pueden ser 3 veces mientras estay concentrado trabajando, puede ser un sábado a las 8 de la mañana, es como si las centrales de telefonistas no tuvieran horario ni memoria, lo hacen una y otra vez. Olivia tratará de explicarle al sistema, con su mejor cara a pesar de todas las crisis de identidad que la rodean, que ella no es Lorena Ruiz, pero lamentablemente y como es costumbre, el sistema en este momento no puede atender su llamado. Es ridículo. Es tonto. Es frustrante, cansador, y muy real. Olivia mirará a los ojos a su mamá a ver si la encuentra, escuchará sus propios ensayos a ver si se reconoce a sí misma, tratará de confiar, capa por capa, en su vecino que tiene distintas caras según a la hora que se lo encuentra porque es transformista, y volverá una y otra vez a reclamar que no es Lorena, en este thriller sicológico/drama que nos pone al frente un tema que conocemos pero nunca vimos así, amplificado, llevado al extremo, y en pantalla grande.

Todos podríamos ser Lorena hoy. Sabemos que el sistema funciona como las pelotas cuando es uno frente a ellos. Es bacán ver distintos tonos en el cine chileno y este es uno fresco y real, gracias a los planos pegaditos a la cara de Lorena y sonidos agudos podemos sentir su angustia mientras la acompañamos en su recorrido por las calles de Santiago, Christian Basso y Protistas de fondo, a ver si logra saber quién chucha es Lorena Ruiz.

CONCURSO
¿Tú también querís saber quién es? ¿O querís invitar a alguien a lo oscurito del cine? Deja un comentario acá abajo contando por qué quieres ir a verla y puedes ganar una de las 2 entradas dobles que tenemos para regalar. Se sortean este miércoles tempranito!

GANADORES DE ENTRADAS DOBLES:
Patricio Baeza +1
Paulo Pérez +1
Serán contactados con instrucciones vía mail pronto.

TRAILER

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VIDEOCLIP

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