Por Juan Pablo Prado.
Fotos por Rosario Oddo.

Ha pasado una semana de Primavera Fauna y ya es medio tarde como para andar haciendo análisis banda por banda (que para mi gusto estuvieron ahí no más, salvo Explosions in The Sky y Mac DeMarco) La verdad es que soy un pajero, tengo sueño la mayor parte del tiempo y el trabajo del día a día no permite que entregue al placer de criticar todo porque sí. Pero vamos, qué más da. Quizás ahora que han pasado varios días del festival puedo dar mi opinión como un simple mortal de lo que pasó en las piscinas del Espacio Broadway.

1.
La música:

Ya lo dije arriba. Nada hizo que me le parara o sintiera esa emoción de groupie que uno siempre persigue cada vez que entras a un concierto. Dicen que DIIV estuvo la raja (llegué tarde al show porque me pillé un taco), dicen que Föllakzoid también estuvo a la altura de lo que estos cabros nos tienen acostumbrado, pero medio fomeque porque tocaron de espaldas al público. Cosa no tan importante porque finalmente vas a escuchar como suenan los tarros y ya está. Pero me quiero detener en Mac DeMarco. Yo lo odiaba un poco hasta ese día. No entendía como una rata como él podía generar tantas cosas en su manga de fanáticos que le celebran hasta los peos. Tuve que escuchar y estar ahí para entenderlo: el tipo es un encantador, un weón con el que podrías compartir una chela en cualquier cuneta del planeta y que más encima tiene canciones hermosas. La banda es cuento aparte. Maravilloso todo lo que pasó ahí: el viento, los jockeys de mierda que pululaban por el público como marca indeleble del público de Mac. Yo le doy 10 puntos y mi admiración hasta el fin de los días.

Explosions in the Sky es OTRA WEA-OTRA WEA-OTRA WEA. Impecable de principio a fin. Mi amigo Marco me dijo “mañana será el primer día después de Explosions in the Sky” ¿tanto así? Puta obvio, todo confabuló para que fuera el mejor show de la jornada: el atardecer, el viento implacable y esa intensidad que va subiendo hasta hacer explotar tu cabeza hicieron que no sólo fuera lo mejor de la jornada, sino del año… Eso dicen los expertos. Habrá que creer.

2.
La comida:

No es tan terrible no comer animalitos y no saborear esa grasita que me hace inmediatamente salivar. Todo rico, medio lento y carozzi, pero qué quieres, estás en un festival bien pituqueins auspiciado por todos lados. No es caridad la cuestión, aunque estaría bueno que te dejaran entrar con un sanguchito más que sea.
No voy a entrar en detalles de organización. Todos sabemos que no fue de lo mejor el sistema de la pulserita y que falto agua para tomar, pero filo, son todas cosas mejorables y los niños de Fauna de seguro que ya hicieron la autocrítica. Obvio que lo mejoran. Obvio.

3.
La gente:

Los odio. Yo entiendo que quieran aparecer en las fotos de Viste la calle y prepararon su look varios días antes para estar en las sociales, pero pucha, cabros… ES UN FESTIVAL DE MÚSICA, no una pasarela o una fiesta. Suena amargadísimo lo que digo, es que, por la chucha, no puede ser que lo más importante de un festival con artistas como Morrissey, The Cardigans o Empire of the Sun, sea más relevante lo que pasó en el vip o las fotos súper locura de ese blog de súper locura.
No puede ser que conversen como si estuvieran en su bar de moda en pleno show de su banda favorita y sacándose las selfies de rigor. No puede ser que un festival de música se transforme en el festival de música para ideal para conversar y tomar Aperol ¡No! ¡Me niego!
Es fascista todo lo que digo y les juro que a veces lucho para desjaimeguzmanizarme, pero es una pena como se va transformando los espectáculos masivos en cualquier cosa menos música.

Quizás Primavera Fauna no es para mi simplemente.
Quizás debería hacerle caso al cansancio con el que empiezo a exponer mis puntos sobre este festival y quedarme en la casa para siempre y dedicarme a dormir.
Quizás esto no lo lea nadie.
Quizás a nadie le importa.

Lo único seguro es que Fauna lo hizo una vez más y cada vez más, está creando un festival con un cartel de lujo que ya quisiera cualquier festival hecho en Chile.

Más fotos.