Información recopilada por Edo Agrela.
Albert Hofmann, era un químico que trabajaba para farmacéuticas Sandoz, cuando sintetizó el LSD por primera vez en 1938 en Suiza, mientras buscaba un estimulante para la sangre. Sin embargo, no se conocieron sus efectos alucinógenos hasta 1943 cuando Hofmann accidentalmente consumió un poco de ácido.
Mas tarde se descubrió que una dosis oral de apenas 25 microgramos (equivalentes a unos pocos granos de sal) podía producir alucinaciones vívidas.
En ese momento su colega, el doctor Arthur Stoll, sugiere el uso del LSD en la Psicoterapia, y los laboratorios Sandoz comienzan a comercializar la sustancia con el nombre de Delysid, siempre bajo prescripción médica.
En 1951 la CIA, recién estrenado el programa MK Ultra ‘ (programa de control’ mental de la CIA), se interesa por la droga. Según un documento, observaron que el LSD “era capaz de causar un estado en grupos enteros de personas, incluyendo contingentes militares, afectando a su juicio y capacidad para planear, e incluso creando sensaciones de aprensión, confusión incontrolable y terror”.
Comienzan las experimentaciones con seres humanos, ampliamente reportadas y reconocidas oficialmente. La agencia financió programas de investigaciones del LSD en los principales centros médicos y hospitales universitarios incluyendo el Boston Psychopathic, el Sinaí Hospital en la Universidad de Columbia, la Facultad de Medicina de Illinois, la Universidad de Oklahoma y otros.
A los pacientes, sin advertirles, se les daban fuertes dosis y se los amarraba a una cama. Hubo casos en los que se estuvo administrando a la droga durante 77 días seguidos. Francis Crick recibió el Premio Nobel de medicina por descubrir la estructura del ADN. Años después declararía que algunos académicos en Cambridge usaban LSD en pequeñas cantidades como una herramienta del pensamiento, que los liberaba de las preconcepciones y que los ayudaba a concebir ideas nunca antes alcanzadas.
Crick señala que fue precisamente bajo los efectos del LSD cuando percibió la forma de la doble hélice estructural del ADN. Esto dota a la droga de mas admiración: Un Nobel de Medicina alabando los poderes del ácido”¦
La droga ya está en la calle. Se fomenta la creencia de que simboliza la “contracultura”, se asocia a lo “nuevo”, lo “rebelde”. Una nueva generación que emergía con fuerza, que clamaba por la paz y la igualdad, se siente especialmente atraída por ella, bajo la creencia de que les ayudaría a liberarse.
Estalla el escándalo. La sociedad tradicional se asusta al ver las legiones de jóvenes acudiendo a probar el LSD y entrando en una suerte de “éxtasis colectivo”. Se produce el rechazo.
En 1965 se prohíbe la fabricación y venta del ácido se busca un cabeza de turco: Timothy Leary, que es expulsado de Harvard y acusado públicamente. En un alarde de hipocresía, Nixon lo declara “el hombre más peligroso de América”.
A lo largo de los siguientes, la CIA se fue dando cuenta paulatinamente de que resultado final no era el esperado. A pesar del estado inducido por la droga, las mas altas cualidades de la naturaleza humana parecían reflotar constantemente a la superficie.
“Debemos recordar siempre darle las gracias a la CIA y al ejército por el LSD. La gente lo olvida. Todo fue lo contrario de lo que tenía que ser, ¿Sabes, Harry? Ellos inventaron el LSD para controlar a la gente y lo que hicieron fue darnos libertad.”
-John Lennon, Playboy, 1980.
Publicado por disorder.cl
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