Esta pared de la estación de metro Union Square, en Nueva York, está hecha de pequeñas baldosas blancas. Tiene unos 30 metros de largo y cada cierta distancia un gran aviso publicitario interrumpe la armonía, pero hoy estos avisos publicitarios, las pequeñas baldosas y los carteles con instrucciones están escondidos tras miles de coloridos post-its que los neoyorquinos pusieron ahí el día siguiente a la elección de Trump. La pared está transformada en un mural colectivo, una catarsis social. Cada uno de los post-its tiene frases en inglés como “Abajo Trump”, “No le temo al futuro”, “No te rindas”, “Nunca normalices a Trump” y otras como “Que se joda el año 2016”, “Maten primero a Pence” o “Kanye 2020”.
Hay un mensaje que utiliza un post-it blanco por palabra y sobresale en esta colorida paleta política: “Todos pertenecemos a este país”. Los mensajes son de amor, amistad, hermandad, rabia e incertidumbre.
5 personas están en la misma esquina tomando fotos con sus iPhones. Las personas frente a los post-it también son de todos los colores y sonríen. Más bien se sonríen el uno al otro.
Llega un tren y quienes están leyendo los miles de mensajes en la pared interrumpen el paso de quienes están apurados por volver a su hogar. Sorpresivamente la gran mayoría se toma unos minutos para ver el espectáculo. Alguien se acerca a la pared, lee y asiente con la cabeza. Me acerco a leer el papel que estaba leyendo. “Nueva York se mantendrá unida” dice.
Publicado por Camilo Salas
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