Lars Von Trier ¿te suena? ¿no? Escenas en el cine donde una mujer se mutila el clÃtoris con unas tijeras oxidadas, sexo real puro y duro, bebés cayendo desde altura o abortos demasiado gráficos son parte de su historial. Eso en la pantalla, fuera de ella el director danés tiene un prontuario igual de polémico considerando que fue declarado persona no grata en Cannes durante largo tiempo y que ahora, 7 años después del episodio donde dijo que entendÃa a Hitler y donde posteriormente se declaró como nazi, vuelve a sembrar el caos con «The house that Jack built«, su última pelÃcula.
La cosa fue asÃ: Tras años de exilio, Von Trier regresó al aclamado festival (que digámoslo, cada año tiene una pelÃcula que viene a escandalizar a los crÃticos) con su nueva cinta y el público arrancó de la sala como bichos cuando levantas una piedra. El exceso de violencia indignó a los crÃticos al punto que muchos de ellos se volcaron a sus redes sociales no solo para manifestar su descontento, sino también para cuestionar al festival por elegir una pelÃcula como esta para ser exhibida.
I’ve never seen anything like this at a film festival. More than 100 people have walked out of Lars von Trier’s ‘The House That Jack Built,’ which depicts the mutilation of women and children. “It’s disgusting,†one woman said on her way out. #Cannes2018 pic.twitter.com/GsBGCoyHEG
— Ramin Setoodeh (@RaminSetoodeh) 14 de mayo de 2018
Vomitiva, demente o repugnante han sido algunos de los calificativos que quienes asistieron a la función de hace algunos dÃas en Francia lanzaron como dardos filosos sobre «The house that Jack Built». Nada nuevo para Von Trier, claro está, además de ser la mejor publicidad posible para un film, pero de qué va realmente su última pelÃcula que ha provocado una ola de reacciones negativas y éxodo en sus presentaciones.
Primero y para resumir, «The house that Jack built», la tensa pelÃcula del director danés protagonizada por Matt Dillon, trata sobre un asesino en serie en la década de los 70’s al cual seguimos durante 12 años de una vida plagada de mutilaciones y estrangulamientos sobre diversas vÃctimas, principalmente mujeres, aunque también algunos niños y animales. Escenas fuertes. Poco recomendadas para estómagos sensibles. Para casi nadie en realidad.
Jack es un asesino despiadado, pero que trasciende la maldad y considera sus «trabajos» como verdaderas obras de arte. Visualmente intensa y de cierta manera hermosa, la pelÃcula no solo «incomoda» por su contenido explÃcito, sino también por su tono discursivo que desafÃa incluso la contingencia y juega provocativamente con el hecho de que las mujeres se hacen las vÃctimas y los hombres nacen culpables. Porque al final, el cine de Von Trier es eso, romper con todo, no casarse con nadie.
Para muchos, en tiempos de temas intocables, el danés sacó pasaje de ida hacia la decadencia, pero con él nunca se sabe, porque los lÃmites nunca son tan claros y lo que para algunos fue vomitivo y angustiante, para otros fue una obra compleja, pero digna de admiración por lo mismo, por jugar con los lÃmites y recordarnos que de la controversia también viene el análisis para entenderlo todo. La maldad y las vacas sagradas, en este caso.
Publicado por Pablo Bustamante
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