Al principio no hacia privados, pero le empezaron a ofrecer plata. Su historia parte en una palurda cantina del sur y termina en el mismísmo Passapoga de Providencia, pasando por centros de rehabilitación y colegios adventistas. Fotos y una historia de violines, ketamina y prostitución, después del salto.
(2003 - 2018) Publicamos bajo una licencia Creative Commons a través de WordPress.
Prohibida la reproducción total o parcial de contenidos.